Las rutas europeas tienen la mayor cifra de desaparecidos que pudieran haber fallecido con 16.032 personas registradas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) comunicó este miércoles que más de 50.000 personas de todo el mundo perdieron sus vidas en rutas migratorias de África, Asia a Europa, y de Centro y Suramérica a Estados Unidos desde el 2014, cuando se inició el registro de los decesos en este contexto.
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El más reciente informe de la agencia de Naciones Unidas en el Proyecto Migrantes Desaparecidos reveló que se han podido registrar al menos 25.104 decesos en las rutas migratorias del Mediterráneo.
De igual forma, las rutas en Europa cuentan con la mayor proporción de desaparecidos que pudieran haber fallecido con 16.032 personas registradas, de las cuales no se han podido recuperar sus cuerpo en el mar.
More than 50,000 lives lost during migration since IOM’s @MissingMigrants began counting in 2014.
— IOM GMDAC (@IOM_GMDAC) November 23, 2022
IOM calls on States to uphold their commitment to saving lives.
Act NOW! Save LIVES! #EndMigrantDeaths
Read the brief here: https://t.co/R3p6N9GwLt pic.twitter.com/fg3HLOGYpS
A su vez, la OIM precisó que de los fallecidos que pudieron ser identificados alrededor de 9.000 eran originarios de África, 6.500 de Asia y 3.000 del continente americano mientras que los países con mayores muertes de migrantes son Afganistán, Siria y Myanmar.
Por su parte, en las Américas, que ocupa el tercer lugar luego de África con la mayor cifra de muertos en las rutas, la mayor parte de los 7.000 decesos reportados corresponde al cruce de la frontera terrestre entre los Estados Unidos y México.
More than 50,000 lives have been lost during migration since we began counting in 2014.
— Missing Migrants Project (@MissingMigrants) November 23, 2022
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La coautora del informe, Julia Black, apuntó que “si bien cada año se han documentado miles de muertes a lo largo de rutas migratorias, poco se ha hecho para abordar las consecuencias de tales tragedias, y mucho menos para prevenirlas”.
En este sentido, la funcionaria de la ONU destacó que “independientemente de las razones que obligan o impulsan a cada persona a desplazarse, nadie merece morir por querer tener una vida mejor”.