A inicios de abril, las autoridades panameñas solicitaron a las colombianas abordar de conjunto esta situación humanitaria.
La situación de los miles de migrantes que huyen de Colombia, la mayoría desplazados a la fuerza, que aguardan en la frontera entre territorio colombiano y panameño requiere de una solución integral y actuaciones internacionales, declaró este lunes la canciller de Panamá, Erika Mouynes.
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La funcionaria visitó campamentos ubicados cerca de la línea divisoria y escuchó testimonios de algunos migrantes.
Su visita coincidió con el anuncio de que cerca de 10.000 de ellos, que permanecen allí, intentarán iniciar este martes el cruce de la selva de Darién para pasar de Colombia a Panamá.
Hoy fui hasta la zona fronteriza en Darién, donde llegan los emigrantes irregulares desde Colombia. Escuché de primera mano sus testimonios. Este es un problema regional y global que requiere una solución integral y coordinación internacional. pic.twitter.com/jKGYkocb9y
— ErikaMouynes (@ErikaMouynes) April 26, 2021
Mouynes declaró a los medios que si bien esas personas no tienen la intención de quedarse en Panamá, el compromiso de sus autoridades es “atenderlos de manera segura en la medida de nuestra capacidad y que puedan seguir su camino, para lo que necesitamos la colaboración de (...) las partes implicadas”, valoró.
La Ministra de Exteriores reiteró que Panamá desea “un flujo controlado de migrantes irregulares”, de modo que “reciban un trato digno y pueden continuar su viaje sin contratiempos”, dijo.
Las condiciones extremas del Darién son devastadoras para las personas migrantes y refugiadas, quienes se enfrentan a violaciones a los derechos humanos, asaltos, tráfico de personas, agresiones sexuales, y presencia de grupos armados. Leer más �� https://t.co/mHCf9O3KbA pic.twitter.com/FBbU1A1shs
— NRC América Latina (@NRC_LAC) April 26, 2021
Durante el cruce de la selva de Darién, los migrantes se exponen a diversos peligros naturales, además de los vinculados con la presencia de grupos armados y los traficantes de personas.
Algunos mueren en el intento, y muchos de los que consiguen terminar su tránsito llegan a campamentos creados por Panamá para recibirlos con signos de deshidratación y, en algunos casos, con necesidades médicas graves.
De acuerdo con datos recogidos por el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), con presencia en Colombia y Panamá, se estima que unos 10.000 migrantes aguardan para cruzar la frontera.
El DG @orielortega1 la Canciller de la República @ErikaMouynes y el Procurador de la República Javier Caraballo @PGN_PANAMA; hicieron un recorrido en Darién y verificaron la situación de flujos migratorios irregulares, con el fin de mejorar la calidad de recepción migratoria. pic.twitter.com/ApR0zSVjVl
— SENAFRONT PANAMÁ (@senafrontpanama) April 27, 2021
Según la Cancillería panameña, que lleva registros de esta situación, durante los primeros tres meses del año ingresaron a Panamá de forma irregular 7.150 migrantes víctimas del desplazamiento forzado. De estos, 4.403 lo hicieron en marzo.
A principios de abril, las autoridades panameñas solicitaron una reunión a las colombianas para examinar la emergencia humanitaria generada en la frontera común.
De acuerdo con el comisionado y director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), Ariel Ortega, su país trabaja en la elaboración de un memorando de entendimiento para abordar esta problemática de conjunto.