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El rey Idris al Senusi, en El Cairo, Egipto, en 1952.

El rey Idris al Senusi, en El Cairo, Egipto, en 1952. | Foto: AP

Publicado 1 septiembre 2019



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Durante el Reino de Libia hubo un total oscurantismo, de acuerdo con analistas.

Este primero de septiembre se cumplen 50 años de que un grupo de oficiales derrocó a la monarquía del rey Idris, proclamó la verdadera independencia de Libia y sacó del país a las fuerzas extranjeras.

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A raíz de ese evento se instauró un Consejo Militar Revolucionario, presidido por -en ese entonces- un joven y desconocido oficial, el coronel Muamar Gadafi, quien dirigió al país norafricano hasta su asesinato en 2011.

Gadafi logró un avance social

El internacionalista Basem Taljedine, entrevistado por TeleSUR, afirmó que durante el Gobierno de Gadafi, quien reunificó al país, Libia mostró un significativo avance en materia social, política y económica, que tras su muerte se perdió.

Antes de Gadafi, Libia era una nación sumida en el atraso en materia de educación, salud, vivienda, seguridad social, entre otros, sostuvo el analista internacional.

Monarquía oscurantista

Tras la Segunda Guerra Mundial, Libia fue cedida a Francia y el Reino Unido; en 1949, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que promovió la independencia de Libia antes de 1952.

Londres favoreció la aparición de una monarquía controlada por Arabia Saudita, dinastía Senusi, que gobernó el país desde la "independencia" en 1951.

La monarquía mantuvo al país en un oscurantismo total mientras promovía los intereses económicos y militares anglosajones.

Riqueza petrolera no benefició al pueblo

A partir de 1963 dieron comienzo las excavaciones y la explotación del petróleo y gas, sin embargo, la riqueza proveniente del petróleo no se tradujo en beneficios para el pueblo.

Thierry Meyssan, en el artículo "Libia según la ONU y la dura realidad", recordó que en la monarquía no había escuelas y los graduados universitarios apenas eran 16.

Había dos abogados y ni un solo médico, ingeniero, topógrafo o farmacéutico de origen libio en el reino. Sólo 250 mil habitantes de los cuatro millones sabían leer y escribir.


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