El ministro de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, dijo que la peor situación para los civiles en Siria se observa en las regiones que son controladas por la coalición de los Estados Unidos y los grupos terroristas que allí operan.
El oficial explicó que tras las declaraciones sobre la derrota del Daesh (autodenominado Estado Islámico), las regiones se convirtieron en "agujeros negros", con transparencia cero, tanto para el Gobierno sirio como para los observadores internacionales.
#Konashenkov,Situation is very difficult for people living in areas where the #US-led alliance & terrorists are operating,the Situation in #Raqqa is a #Humanitarian disaster,those who claim to have liberated the City continue to ignore,80% of buildings destroyed by #US airstrikes pic.twitter.com/Z0jYg4LQ8l
— Maurice Schleepen (@MauriceSchleepe) 28 de febrero de 2018
El portavoz advirtió que la población civil "no puede y no debe" ser presa de los juegos geopolíticos "absurdos" del Gobierno de Washington.
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Konashénkov subrayó en particular la situación de los refugiados de Rukban, en la que se encuentran retenidos 60.000 refugiados por parte de la base militar estadounidense de Tanef y los grupos radicales.
En cuanto a Al Raqqa, los habitantes viven una "catástrofe humanitaria que la coalición internacional liderada por EE.UU. se empeña en pasar por alto".
Destacó que la restauración de Al Raqqa será imposible mientras esté controlada por los militares estadounidense y no por el Gobierno legítimo de Siria.