Junta Militar de Myanmar declara ley marcial sobre Mindat

La Junta Militar de Myanmar declaró este viernes la ley marcial sobre la ciudad de Mindat, en el estado Chin (oeste), donde el Ejército enfrenta un fuerte movimiento de resistencia desde la toma del poder el 1 de febrero pasado.

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Medios locales oficiales publicaron este viernes la medida adoptada, que llega luego de varios ataques por el grupo recién formado Fuerza de la Defensa de Chinland.

La ciudad, ahora bajo el control de los uniformados con la ley marcial, estará en igual condición que al menos seis barrios en Rangún desde el mes de marzo.  Allí, los detenidos por cargos como traición, ataques con armas o incitación a la violencia, entre otras causas, son juzgados en tribunales militares, con penas más severas, incluyendo la capital.

Mientras tanto, unos 150 rebeldes, calificados como “terroristas” por las fuerzas castrenses, asaltaron con armas y explosivos de fabricación casera una comisaría y una sucursal del banco propiedad de los militares en Mindat.

Estos incidentes se produjeron el miércoles y el jueves, y terminaron sin víctimas, de acuerdo con medios locales. El nuevo grupo rebelde asegura ser el responsable de decenas de bajas entre las filas de uniformados en medio de los enfrentamientos o ataques con tácticas de guerrilla.

Mientras tanto, otros medios alertaron de que al menos un joven de 18 año perdió la vida y otras cuatro personas terminaron heridas el jueves en el marco de la ofensiva de los militares, apoyada con disparos de artillería contra la población. Los combates proseguirán este viernes, según otros medios locales.

Un total de 788 personas han perdido la vida desde el comienzo de las protestas a causa de la represión que ejercen las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que rechazan la toma del poder por el mando militar, de acuerdo con la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).

Las manifestaciones, que han sido mayoritariamente pacíficas, siguen diariamente en varias ciudades del país como Rangún, o en la norteña Myitkyina, pese a la violenta respuesta y coacción de las autoridades, quienes, según AAPP, han detenido a 5.000 personas, incluyendo a la líder depuesta, Aung San Suu Kyi.

Por su parte, el Ejército de Myanmar justifica la toma del poder con un presunto fraude electoral en los comicios de noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como hiciera anteriormente en 2015, y que tiene el aval de observadores internacionales.