Camino al 31 de octubre, fecha establecida para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, escalan las tensiones entre funcionarios del bloque comunitario y el flamante primer ministro británico.
Autoridades de la Unión Europea (UE) han rechazado al unísono la postura del nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, en torno al brexit.
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En su primer discurso ante el Parlamento, Johnson insistió en descartar el acuerdo negociado por su antecesora, Theresa May, y ratificó su posición de que el Reino Unido saldrá de la UE, con o sin pacto, el próximo 31 de octubre. Además, el flamante jefe de Gobierno se niega a nombrar un comisionado de Londres en el bloque regional, lo que ha generado críticas en la organización europea.
Johnson “parece haber tomado una decisión deliberada de poner a Reino Unido en un curso de colisión con la Unión Europea y con Irlanda en relación a las negociaciones de Brexit”, dijo Simon Coveney, ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda.
El país vecino se incluye en la conocida “salvaguarda”, política contemplada por May en el brexit para impedir el regreso de la “dura” frontera entre la República de Irlanda (miembro de la UE) y la provincia británica de Irlanda del Norte. Johnson llamó a abolir dicha política, despertando las alarmas entre el Gobierno irlandés.
Para algunos políticos europeos como Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea (CE), “lo mejor y lo único posible” es el pacto que suscribiera Bruselas con la otrora premier británica.