La ONU exigió con urgencia establecer un corredor humanitario en el área para los más afectados.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció que las milicias del Frente para la Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) tienen 72 horas para rendirse, antes del asalto sobre Mekelle, la capital de la región.
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En un comunicado, Abiy Ahmed pidió "evitar más matanzas y destrucción de ciudades y salvaros a vosotros mismos de la condena eterna en los libros de Historia".
De igual forma, informó sobre el inminente inicio de la tercera fase de la ofensiva contra las milicias del grupo, un proceso que constará con tres fases de operación militar donde las fuerzas de defensa se removilizan y fortalecen para que puedan cumplir con sus funciones, después rodear an Mekelle y por último tomar la capital de la región, "el paso final para llevar al traicionero TPLF ante la justicia".
Bajo su control Shire, Himora, Alamata, Axum, Adigrat... El primer ministro Abiy Ahmed ofrece 72 horas al TPLF para que se rinda y salga de Mekelle con las manos en alto y pide a la población local que participe para que así sea y evitar el derramamiento de sangre inocente
— Oskar Epelde (@Oskaretelesur) November 22, 2020
Las operaciones mantienen el objetivo de neutralizar el grupo violento, colocar ante la justicia a sus integrantes y restablecer el estado de derecho en la región, según declaraciones del primer ministro.
Tras un ataque del TPLF contra el ejército federal, Tigray permanece bajo el estado de excepción, decretado por el Consejo de Ministros por considerar un peligro para la integridad nacional el desequilibrio e ilegalidad desatados allí.
El gobierno de Etiopía imbuido de su misión de cumplimentar la ley cueste lo que cueste, aunque sea con artillería, lanza un mensaje a #Mekelle y al mundo, que aún no saben responder, deben “ponerse a salvo” pero no se entiende cómo
— Oskar Epelde (@Oskaretelesur) November 22, 2020
De acuerdo con la Unicef, entre 2.000 y 4.000 etíopes llegan cada día a Sudán huyendo del conflicto en la región, lo que suma unos 34.000 refugiados, una cifra muy superior a los 20.000 que había previsto asistir la ONU, de los cuales 12.000 de ellos son niños.