En varias regiones del país, los defensores del medio ambiente mostraron su inconformidad con políticas adoptadas por el Ejecutivo, en el marco de la lucha contra la Covid-19.
La organización ecologista del Reino Unido Extinction Rebellion denunció la respuesta del Gobierno del primer ministro Boris Johnson a la pandemia en el país europeo provocada por el nuevo coronavirus, acusándolo de no tomar en cuenta al pueblo en la misma.
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Las protestas, que tuvieron lugar este sábado, ocurrieron en Londres, Liverpool y otras ciudades y regiones. Los manifestantes exigieron mayor participación ciudadana en la toma de decisiones para salir de la crisis.
En los lugares donde todavía prevalece la cuarentena, los partidarios de Extinction Rebellion se cuidaron de mantener el distanciamiento social, adoptando métodos de protesta distintos a los habituales.
We stood, 3m apart and wearing masks, each of us carrying a positive message about how we want to rebuild the economy after the pandemic. The coronavirus has shown us what’s POSSIBLE when the political will is there. pic.twitter.com/yJMtHnRTsD
— Extinction Rebellion BCP (@xrBmthXchPoole) May 30, 2020
Tal es el caso de situarse con separaciones de hasta tres metros, así como el empleo de carteles en sustitución de los cánticos que normalmente dejan oír en sus concentraciones.
“Salud o Riqueza” y “Gente y Planeta o Ganancias y Contaminación”, fueron algunas de las consignas escritas en las pancartas. También demandaron la formación de asambleas ciudadanas para trazar la estrategia post Covid-19.
“Esto debe hacerse al margen de la política partidista, y más importante aún, el debate deber ser entre la gente común, no solo con políticos, los grupos de interés y los que detentan el poder”, manifestó la militante del Partido Verde Marijn Van De Geer, también activista de Extintion Rebellion.
La organización ecologista denunció a través de Twitter que, aunque las protestas se desarrollaron de forma pacífica, la policía londinense arrestó a varios manifestantes y les impuso multas de hasta 100 libras esterlinas por violar las reglas del confinamiento.