Líderes de Cedeao repudian golpes de Estado en países africanos

Dos días después de que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) condenara el intento de golpe de Estado en Guinea-Bisáu, los líderes de esa organización se reúnen este jueves en la capital de Ghana, Accra, para repudiar las cuatro asonadas golpistas ocurridas en el continente africano en los últimos 18 meses.

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Al inaugurar la cumbre de Cedeao, su presidente pro tempore, el líder ghanés, Nana Akufo-Addo, dijo que los golpes de Estado representan un peligro para el modo de vida democrático.

Destacó la actitud del presidente de Guinea-Bisáu, Umaro Sissoco Embaló,, por "mantener la vigencia de las instituciones democráticas" en ocasión de la reciente asonada militar en ese país.

Precisó que la cumbre de este jueves "se centrará en las amenazas emergentes en nuestra región, derivadas de la injerencia militar en Mali, y que se contagia influyendo en Guinea (Conakri) y Burkina Faso".

Entre otros tópicos, los líderes de Cedeao examinan los golpes de estado ocurridos en Malí (dos), Guinea (uno) y Burkina Faso (uno), perpetrados por militares que, entre otras razones, alegaron descontento con las estrategias gubernamentales para enfrentar a grupos militares yihadistas.

La Cedeao ha tomado diversas sanciones contra los Gobiernos de transición creados por los golpistas, como suspender su participación en instancias de la organización, el cierre de fronteras y la aplicación de embargos comerciales o financieros.

De acuerdo con medios de prensa, dichas medidas han afectado a la población, la cual ha mostrado su rechazo en manifestaciones.

Este jueves, la junta militar en Burkina Faso, que retiene el poder desde el 24 de enero pasado, decidió levantar el toque de queda con el fin de evitar posibles sanciones de la cumbre africana.

Ante la existencia de disímiles problemas sociales que  afectan a la región, unido a la imposibilidad gubernamental de manejar la expansión de grupos yihadistas, se ha producido lo que el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, calificó como “una epidemia de golpes de estado”.

La convulsa situación que vive el continente africano ha provocado la muerte de millares de personas, así como el desplazamiento de una gran parte de sus poblaciones. Con profundas raíces étnicas y religiosas, los conflictos no han podido desembocar en soluciones capaces de garantizar la paz y la estabilidad.