En lugar de solo rejas, ahora se puede disfrutar de tres balancines rosados, colocados entre los barrotes que separan a las dos naciones.
Dos arquitectos del colectivo juvenil mexicano Chopeke unieron de una manera lúdica a las personas ubicadas a ambos lados del muro fronterizo entre Nuevo México (Estados Unidos) y Ciudad Juárez, (México).
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En lugar de solo rejas, ahora se puede disfrutar de tres balancines rosados, colocados entre los barrotes que separan a las dos naciones por los profesores Ronald Rael (Universidad de California, Berkeley) y Virginia San Fratello (Universidad Estatal de San José).
"El muro se convirtió en un punto de equilibrio, literal, para las relaciones entre Estados Unidos y México, los niños y adultos se conectaron de manera significativa en ambos lados, con el reconocimiento de que las acciones que tienen lugar en un lado tienen una repercusión directa en el otro", publicó en su cuenta de Instagram.
Rael, quien ha estado enfocado en el muro fronterizo por más de una década, consideró la construcción de los balancines como una de las experiencias más increíbles de su carrera. El resultado: Niños y adultos de los dos países jugando sin que lo impidiera la barrera.
Los docentes también cuestionaron la separación de familias que aplican las autoridades estadounidenses como táctica para amedrentar a las personas que viajan con sus parientes.
Otro mundo es posible con iniciativas como esta @realDonaldTrump Busquemos soluciones dándoles la vuelta a los problemas.El arquitecto Ronald Rael, y Virginia San Fratello, han unido a familias de los dos lados del muro que separa la frontera de México y EEUU pic.twitter.com/ILblTOn2ek
— El Alpende ������ (@AlpendeCanarias) July 30, 2019
Antes de esta iniciativa, los arquitectos habían publicado el libro Borderwall as Architecture, en el cual analizan el impacto de la valla fronteriza y proponen diseños para esta.
El proyecto comenzó en 2009 y es parte de un posgrado impartido por Rael sobre cómo reinventar el muro, de manera que sea una pieza de infraestructura con la cual se enlace a las personas, en lugar de separarlas.