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Unas 5.183 personas han sido víctimas de la violencia en el país en la primera mitad del 2021.

Unas 5.183 personas han sido víctimas de la violencia en el país en la primera mitad del 2021. | Foto: EFE

Publicado 26 julio 2021



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Tras el comienzo de la retirada de tropas internacionales, los enfrentamientos han dejado más de 1.600 muertos.

Las muertes de civiles en Afganistán llegaron a niveles inéditos en la primera mitad de 2021, aumentando un 47 por ciento respecto a 2020, según denunció la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama).

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Unas 1.659 personas murieron y otras 3.524 resultaron heridas para un total de 5.183 víctimas civiles, lo que alerta sobre el mayor número de víctimas civiles documentadas en un solo año desde que comenzaron los registros del organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Según Unama, el aumento de víctimas se debe a que los talibanes ganan territorio rápidamente tras el inicio de la retirada de las fuerzas internacionales el pasado 1 de mayo.

Unas 1.609 personas fueron heridas y otras 782 murieron desde mayo hasta el mes de junio. Esta cantidad es otra cifra récord desde que el organismo comenzó a documentar esos datos en 2009.

“Pido a los talibanes y a los líderes afganos que tengan en cuenta la lúgubre y escalofriante trayectoria del conflicto, y su impacto devastador en los civiles”, dijo la enviada de la organización para Afganistán, Deborah Lyons, en el informe.

De “especialmente preocupante” calificó el incremento de muerte civiles tras el 1 de mayo, cuando comenzó la retirada de las tropas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues los talibanes han capturado 125 de 407 distritos afganos tras la retirada.

Asimismo, Unama pidió a los líderes talibanes y al Gobierno afganos que intensifiquen sus “esfuerzos sobre la mesa de negociación, para detener la guerra entre afganos”.

Tras la ola de violencia que vive el país, el Gobierno tuvo que decretar un toque de queda nocturno en casi todas las ciudades para evitar infiltraciones de talibanes en zonas urbanas.

En medio de la retirada de tropas internacionales, las negociaciones de paz en el país continúan estancadas, aunque ambas partes manifestaron tener disposición para el diálogo. Ante la presión internacional que aboga por la reducción de la violencia, el Gobierno ha intentado reanimar el diálogo y negociar el cese al fuego.


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