El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente contra China por su política de devaluación del yuan (moneda local) y por tasar las exportaciones estadounidenses.
Dos días después de que China protestara por la llamada que hizo Trump a la presidenta de Taiwán, el próximo mandatario estadounidense se pronunció a través de su cuenta en la red social de Twitter.
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Este contacto echa por tierra las cuatro décadas en las que Estados Unidos evitó relacionarse directamente con Taiwán para no dañar sus relaciones con China, país que defiende la isla como parte de su territorio.
El Gobierno chino ha intentado limar asperezas asegurando que el Gobierno taiwanés no tiene la más mínima intención de volver “al anterior sendero de antagonismos” con China.
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Trump también criticó al país asiático por construir complejos militares en el mar de China oriental. Las disputas por el control de algunas islas reclamadas por otros países vecinos es otro tema de orden militar en el que Estados Unidos se implica cada vez más.