La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, aseguró que tanto Escocia como Irlanda del Norte, provincias británicas a favor de que Reino Unido se mantuviera en la Unión Europea (UE), no tendrán una relación con el bloque distinta a la de Inglaterra y Gales.
Tras sostener un encuentro con el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Charlie Flanagan, con quien Villiers analizó las consecuencias de la salida para la isla, rechazó toda posibilidad de que solo una parte del país pertenezca a la UE.
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"Las reglas de la UE son muy claras, la pertenencia atañe al Estado miembro. Se trata de una cuestión nacional, no es posible, de acuerdo con las normas comunitarias, que solo una parte de un país esté en la UE", subrayó.
Aunque mencionó que su Gobierno representará a "una sola nación" en las negociaciones que mantendrá con Bruselas, sede de las instituciones de la UE, para determinar las condiciones de su nueva relación, adelantó que defenderá "los intereses particulares" de Irlanda del Norte.
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Destacó que entre esas disposiciones, se encuentra el mantenimiento de un área de libre circulación de bienes y personas en la frontera con la República de Irlanda.
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