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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, envió un mensaje al secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, recodándole que la decisión de cambiar la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y cualquier otra reforma al ente regional compete exclusivamente a los Estados.
“Respeto el criterio del Secretario General, pero la máxima autoridad de la OEA somos los Estados, la Asamblea General, nosotros decidimos (...) El argumento de Insulza me pareció bastante insulso”, expresó el Mandatario este martes, en un conversatorio con medios de comunicación en la ciudad portuaria de Guayaquil.
De esta manera, Correa afirmó que las reformas inherentes a la OEA y al Sistema Interamericano de Derechos Humanos la decidirán los Estados miembros y no la opinión del Secretario de la Organización, quien se opone a la propuesta de Quito de cambiar la sede de la CIDH.
En un encuentro previo al inicio del nuevo período de sesiones de la Asamblea General, que se desarrolla en Paraguay, Insulza rechazó cambiar la sede de la CIDH, ubicada en Washington (Estados Unidos), alegando que ello implicaría también “trasladar la sede de la propia organización”.
Al respecto, Correa respondió que, siguiendo el consejo del Secretario General, “entonces también se deberán cambiar la sede de la Comisión y de la Secretaría”.
Los participantes en la IV Conferencia de Estados Parte del Pacto de San José, que se realizó en Haití días atrás, propusieron trasladar a la CIDH de Washington, bajo el argumento de que Estados Unidos no ha firmado dicha carta continental.
En tanto, Quito presentó ante la Asamblea General de la OEA un proyecto de resolución que pretende cambiar la sede de la CIDH, así como también su método de financiamiento.
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