Matías Catrileo Quezada tenía 23 años cuando la bala de una ametralladora disparada por un policía le quitó la vida. Hasta ese día, el 3 de enero de 2008, Matías era estudiante de agronomía en la Universidad de La Frontera, en Temuco, capital de Araucanía, región donde el conflicto con los pueblos originarios de Chile recrudece año a año.
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— Periodico werken.cl (@info_werken) 2 de enero de 2018
El joven, oriundo de Santiago, era dirigente por la causa mapuche. Ese día, se encontraba junto a otros líderes en el fundo Santa Margarita, defendiendo la pertenencia de las predios. Tanto para él como para sus compañeros, los mapuche eran sus legítimos dueños. Pero el papel decía que no, que el fundo era del empresario Jorge Luchsinger, perteneciente a una de las familias más ricas del país.
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Por eso llegó Carabineros, la policía estatal. Uniformados y mapuches comenzaron un enfrentamiento: los primeros con balas, los segundos con piedras. El carabinero Walter Ramírez Inostroza abrió fuego contra el grupo, hiriendo por la espalda a Catrileo, quien cayó abatido con el pulmón derecho destrozado, antes de morir en el bosque.
Hoy se cumplen diez años del asesinato del Weichafe #MatíasCatrileo en manos de la policía , hasta el día de hoy su muerte y justicia es amparada por el estado en una “impunidad absoluta”
— ChileOkulto (@Chileokulto) 3 de enero de 2018
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El comunero Ramón Llanquileo se encontraba con el estudiante ese día. "Cuando nos quedamos atrás unos cuatro o cinco, pasó Matías y me dijo ‘¡me dieron!’. Yo le dije ‘¡aguanta, aguanta!’ sin ver donde le había llegado el impacto de bala. Le extendí la mano a Matías para agarrarlo y hacerle impulso, pero no logró cruzar el canal, cayó inmediatamente”, recordó.
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El cabo Ramírez Inostroza no fue condenado por la justicia civil, sino militar. La sentencia del Máximo Tribunal estableció que "utilizó armas de fuego no existiendo un peligro real e inminente para su integridad, razón por lo que la violencia ejercida al momento de los hechos fue del todo innecesaria y no encuentra motivo racional que la justifique”. Pese a eso, la condena fue de 3 años y un día de libertad vigilada.
Luego, la sentencia fue confirmada también por la Corte Suprema de Chile; y más tarde, Carabineros degradó a Ramírez bajo la causal de "faltas a la ética profesional". Aún sigue ejerciendo dentro de la policía.
Catalina Catrileo, hermana de Matías, recuerda la fecha con más rabia que dolor. En una entrevista publicada este miércoles por el medio Radio y Diario UChile, la joven afirma que hubo una "absoluta impunidad sobre su asesinato" porque “las leyes chilenas protegen a quienes reprimen y no a quienes se manifiestan y luchan".
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Pese a haber sido encontrado culpable, el policía nunca estuvo preso. "No hubo cárcel y las leyes ayudaron a que eso ocurriera. No hay justicia y se sigue reprimiendo a las comunidades. Legalmente ya hicimos todo lo que se podía hacer en Chile", afirmó.
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Esta semana se realizarán diversas actividades conmemorativas en recuerdo del joven mapuche y en apoyo a las comunidades que permanecen bajo el asedio del Estado. Este miércoles 3 en la Plaza Matías Catrileo de la emblemática población Villa Francia, en la capital chilena. Asimismo, el jueves 4, el historiador mapuche Fernando Pairican presentará un libro biográfico del estudiante, en el hogar Pelontuwe de Temuco; y el viernes 3, se convocó en Plaza Italia, centro de Santiago, a una manifestación en repudio a la violencia policial.
"Weichafe" quiere decir "guerrero" en mapudungún, la lengua mapuche. Matías es hoy conocido como el Weichafe Catrileo, siendo bandera de lucha, junto a Alex Lemún (asesinado en 2002) en representación de los 14 mapuches asesinados desde la llegada de la democracia, en 1990.
El Weichafe Catrileo siempre se destacó en vida por su profundo compromiso y su activismo en la causa, participando en procesos de recuperación de tierra, resistencia y acciones de sabotaje dentro de la Coordinadora Arauco-Malleco. Pese a haber nacido en la capital, se mudó a la sureña ciudad de Temuco en 2005, eje del conflicto mapuche, ingresando a la carrera de Agronomía con el segundo mejor puntaje de su generación.
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"Un pueblo que no se gobierna no tiene dignidad (...) El territorio es algo importante para nosotros, porque donde uno nace, uno tiene que morir. Actualmente estamos oprimidos por el Estado, no podemos ser mapuche" afirmó Matías en un video en el que hace un llamado a seguir luchando decididamente, sin negociar ni claudicar.