El atentado del ELN en Catatumbo contradice acusaciones del uribismo contra Petro | Blog | teleSUR
31 marzo 2023
El atentado del ELN en Catatumbo contradice acusaciones del uribismo contra Petro

Hay quienes aseguran que las más recientes acciones armadas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), como la perpetrada la madrugada del pasado miércoles en el Catatumbo que dejó un saldo de 9 soldados muertos y otros 9 heridos son para darle argumentos al uribismo para que los esgrima contra Gustavo Petro y que sirven además para hundir la política de paz total del Presidente a menos de un año de iniciado su Gobierno.

El atentado del ELN en Catatumbo contradice acusaciones del uribismo contra Petro

Aunque la muerte de soldados colombianos humildes duele y da rabia, esa rabia no puede sustituir a la razón si queremos entender y analizar los hechos, la dinámica del conflicto del país y la solución. Que ELN le está haciendo el favor al uribismo, sí es una afirmación, pero sin fundamento; más bien es una aseveración rabiosa, fácil y simple.

La masacre del Catatumbo parece más bien demostrar lo contrario. La insurgencia nos está recordando que no maneja ni nuestros tiempos ni el cálculo político de Petro, ese mismo que el mandatario de los colombianos no pierde de vista a fin de que no se le descuadre el tablero de su gobernabilidad. Mejor dicho, la negociación de paz entre Petro y el ELN no es de yo con yo. La pacificación es entre dos o más partes en conflictos. Nunca se pacta entre amigos el fin de la guerra, sino entre enemigos. Por eso, el presidente de la Federación de Ganaderos y esposo de la congresista María Fernanda Cabal, José Félix Lafaurie, está negociando en nombre del Gobierno colombiano o, mejor dicho, del Estado.

El ELN da visos de no confiar mucho en el político audaz y dinámico que es Gustavo Petro; tampoco los proyectos políticos del Presidente y el de los alzados en armas son la misma cosa; si los proyectos políticos fueran iguales, acaso la guerrilla hubiera hecho la dejación de armas sin negociar desde que inicio la presidencia de Petro.

Cabe subrayar algo que es muy cierto: El Presidente de la República no es el Estado. Ganar la Presidencia de Colombia no equivale ganar el poder en el país, como diría Petro.

Las negociaciones de paz no son solamente entre el Gobierno de Gustavo Petro, sino entre la insurgencia y el Estado colombiano. Suena a verdad de Perogrullo. Pero no tanto. Pues Colombia sigue siendo un Estado muy uribista. Es un Estado guerrerista, con alfiles uribistas colocados estratégicamente en instituciones como la Fiscalía General de la Nación, etc. Y no nos digamos mentiras: Colombia no tiene una política de Estado de paz. No existe ningún cese al fuego, ni unilateral ni bilateral. 

En política, sobre todo en política electoral, los enemigos no son de verdad, ni mucho menos los amigos son reales. En política, a decir verdad, no hay amigos, sino aliados. Por eso, al hecho de que los políticos y gobernantes establezcan alianzas con sus opositores, incluso supuestos enemigos de toda la vida política, se le considera de manera estruendosa como parte de la dinámica de la política.

Es apenas normal que el presidente Petro se enfurezca por el asesinato de los miembros de las Fuerzas Militares y porque siente que el ELN le está saboteando —si se le puede llamar así — la hoja de ruta de su Gobierno. Pero como Jefe de Estado tiene que entender que la rabia sola no basta.

Petro tiene que entender que nadie le dijo que iba a ser fácil dirigir este desorden organizado en que convirtieron a Colombia.

Es que esto es una guerra, y la guerra es destrucción. Y hay que detenerla, y no solo con declaraciones bonitas, sino con gestos de paz de parte y parte.

El país está en quiebra y de todo tipo. Lo que hay que hacer ahora es convertir el luto por la masacre de los militares en Catatumbo en ganas de hacer una paz de verdad, pues hay que evitar el asesinato de más colombianos, porque todas las muertes duelen. Tenemos que secarnos las lágrimas y no continuar llorando sobre la leche derramada, sino ensayar una y otra y otra vez hasta encontrar las soluciones a la violencia reciclada que sufre el país. La frustración y la rabia no son buenos consejeros. Que se pierda todo, salvo la calma para pensar con cabeza fría y las ganas de terminar este exterminio entre nosotros mismos los colombianos. No perder de vista la posibilidad de un cese al fuego de las partes enfrentadas.


teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección




Perfil del Bloguero
Latinoamericano y humanista. Columnista de opinión. Analista político y de la actualidad colombiana, latinoamericana y mundial. Colaborador de portales de comunicación alternativa. Bloguero de medios y agencias internacionales de noticias. Interesado en los procesos y movimientos sociales, sobre todo de la Patria Grande. Nació a orillas del mar Caribe, en Colombia.



Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.