Bolivia y el eterno problema de una derecha violenta  | Blog | teleSUR
13 noviembre 2022
Bolivia y el eterno problema de una derecha violenta 

La nueva algarada de la derecha violenta que representa el gobernador Fernando Camacho vuelve a poner a Santa Cruz en el máximo interés informativo. Las maniobras desestabilizadoras surgen ahora a  partir de que el gobierno anunciar un censo  con fecha 2024 y los llamados Comités Cívicos cruceñistas se oponen y quieren realizarlo a principios de 2023, ya que señalan que esa instancia es muy importante para la provincia a nivel económico.   

Bolivia y el eterno problema de una derecha violenta 

Para hablar de lo que está ocurriendo hablamos con el  ex cónsul boliviano en Argentina, Antonio Abal  y  le preguntamos sobre cómo se está viendo el desarrollo de la situación.

-Antonio, estamos preocupados por Bolivia,  ya que los personajes que están llevando a cabo estos planteos desestabilizadores son los  mismos que dieron el golpe y derrocaron al presidente Evo Morales en 2019. Toda esta semana ha habido hechos de gran violencia en Santa Cruz, que incluso han causado ya cuatro víctimas  mortales,  entre las mismas, está el caso de  un joven asesinado con un método que de algún modo nos recuerda a las guarimbas venezolanas. Cuéntanos un poco cómo ves el desarrollo de esta nueva crisis.

–En realidad ya ha quedado confirmado que el tema del censo, que es el argumento principal de todo lo que se ha venido desarrollando en Santa Cruz, ha sido un pretexto que ha estado en una mala lectura del tiempo o de la dinámica en Bolivia. ¿Qué quiero decir? No sólo en Bolivia, en Latinoamérica y en el mundo son tiempos económicos, es decir, tanto la guerra en Ucrania como el COVID, han relegado la importancia de algunos temas fundamentales de la sociedad y han puesto en la agenda otros. Es innegable que el tema económico es el primer orden en todas partes. Eso no quiere decir que haya desaparecido, por ejemplo, el tema político, eso es imposible. Pero en el caso boliviano se ha querido trabajar a profundidad un tema político, cuando en la subjetividad de las personas, en el diario cotidiano, el tema económico es el que define la manera de ser, de estar y de debatir también. Entonces y por eso, sin tomar en cuenta estas cosas, desde Santa Cruz se han lanzado a esta aventura, que pensaban que se iba a irradiar, que iba a provocar una gran movilización nacional, que por lo menos, si no terminaba en golpe, quebraba totalmente lo que se llamaba la gobernabilidad, de Luis Arce y David Choquehuanca. Por ahora, no lo han logrado. Ahora, eso no quiere decir que el escenario violento y de confrontación haya desaparecido. De ninguna manera.

-Es innegable que otra vez la derecha quiere repetir el esquema  desestabilizador, es de manual lo que están haciendo.

-Así es. Ni bien se conoció que se había definido desde el Gobierno que la fecha para realizar el censo sería entre marzo y abril del 2024, el señor (Rómulo) Calvo que es el presidente del Comité Cívico, declaró que “lo que vaya a pasar de aquí en adelante, el derramamiento de sangre que va haber y todo lo demás, es culpa del gobierno”. Y apuntó a radicalizar las medidas. ¿Qué significa esto? Violencia. Y el hecho que comentabas de la muerte de este ciudadano, bueno ha sido ese típico acto terrorista en que atraviesan la calle con un alambre, y tu no te das cuenta. Es imposible, te das cuenta solo faltando milímetros. Así han degollado a este ciudadano. Pero no solamente ha sido esto: en muchos lugares de Santa Cruz están utilizando alambres con púas. Están poniendo estos enrejados que se utilizan en los potreros, en muchos lugares, alambres con púas, para evitar el paso de la gente, ya no sólo de las movilidades. No quieren gente que esté caminando en las calles. Entonces la violencia va a recrudecer. Eso es seguro.

-Hay declaraciones que han hecho referentes políticos e intelectuales latinoamericanos señalando que hay un peligro inminente de golpe de Estado en Bolivia y por lo tanto llaman a la solidaridad. ¿Vos descartás la posibilidad de este golpe? Porque estás diciendo que los “cívicos” intentaron movilizar todo el país y no pudieron, pero sí es verdad que el llamamiento ha prendido en algunas provincias. Te  pregunto: ¿alcanzan esas adhesiones para llevar a cabo el deseo final de Camacho de promover una situación que termine con el derrocamiento del gobierno?

–El tema de la dinámica política es la siguiente: en realidad, todas estas acciones que han ocurrido en Santa Cruz, han sido por fuera del sistema político. Tratando de imponer, por ejemplo, el tema del censo, que más que un tema trabajado era una consigna. Es decir, la democracia y la constitución boliviana dicen que el gobierno es el único que puede fijar fecha del censo. Entonces, utilizando como argumento un Cabildo que es una figura que está en la constitución pero que no es vinculante, han utilizado una consigna para generar una rearticulación de estos movimientos que no tiene actuación política pero que tiene poderes regionales, nucleados en los comités cívicos. Pero no han respondido como esperaba Camacho. Entonces ha habido un quiebre en esta estrategia de debilitamiento y llevadas a un escenario de golpe.

 Yo en este particular momento no creo que se atrevan a una aventura golpista porque no tienen las bases. No hay que olvidarse que en el 2019 para consolidar el golpe, tuvieron que tomar La Paz, la sede de gobierno. Camacho tuvo que trasladarse y traer mucha gente de Santa Cruz a La Paz. Eso no va a ocurrir ahora. Entonces las probabilidades de una aventura golpista para este momento, como tú señalas, no están dadas.

-¿Qué papel pueden jugar en este marco la policía y las fuerzas armadas? Siempre la policía  en Bolivia ha protagonizado papeles realmente complicado a lo largo de la historia, muy cercanos a posiciones golpistas y muchas veces promoviendo abiertamente la desestabilización. ¿Han sido depuradas estas fuerzas en este periodo de gobierno de Arce y de Choquehuanca?

– No, no se han logrado desmontar todos esos aparatos que se han generado tanto en las fuerzas armadas, como en la policía. Si hacemos memoria de lo que ocurrió en noviembre de 2019, esos grupos  que comenzaron a amotinarse, a rebelarse, estaban ligados a las iglesias evangélicas. En el ejército también existen estos grupos. Y sabemos que uno de los motores que estaba dinamizando el tema del golpe fueron estas iglesias. No todas, pero hay algunas de estas que son fundamentalistas, que incluso ya habían nombrado al interior del ejército y de la policía, a los que serían ungidos como los destinados a dirigir a esas fuerzas militares para tomar Bolivia. Se han visto videos. Toda esa estructura no ha sido desmontada, porque no son pocos los oficiales que están en esta especie de sectas que han reemplazado a las células políticas que había antes en las fuerzas armadas y en la policía. Ahora son células evangélicas cristianas. Y operan en profesión de fe, por ejemplo, anclados en el discurso anticomunista. “Son los comunistas que quieren apoderarse del país y por lo tanto van a negar a Dios”, dicen. Toda esa retórica que ha hecho que, por ejemplo, la policía sea la primera en amotinarse en el 2019, no se ha desmontado y por eso hay un peligro latente. Pero también es verdad que pueda darse una respuesta desde el pueblo, y eso puede hacer que los que intenten desestabilizare lo van a pensar dos veces.

–A propósito del pueblo, frente a todo lo que  viene ocurriendo en los últimos días, ¿hay realmente movilización popular de autodefensa? ¿Hay toma de conciencia de que existe un peligro  importante de desestabilización?

– En el caso de Santa Cruz es una especie de sorpresa, porque por primera vez hay sectores en la misma ciudad, que rompen con el esquema del temor, el miedo y la violencia que siempre han ejercido estos grupos paramilitares para imponer los paros y los bloqueos. En el seno de Santa Cruz se ha dado esto. Las provincias en Santa Cruz no responden a los dictados del comité cívico. Tienen otra dinámica, Hay tres o cuatro provincias que están dominadas por comités cívicos afines a los comités de Calvo, pero las ciudades intermedias tienen su propia lógica. Entonces se ha notado que existe una debilidad, una dinámica diferente, que no ha sido movilizada por la gente del MAS como muchos creen. Hemos estado en contacto con gente de la localidad de La Guardia de San Julián, y nos han dicho: miren, han sido los jóvenes y los vecinos los primeros en salir. No hay direcciones que convoquen. Por eso se sienten huérfanos los sectores sociales, huérfanos de una dirección política. Ha sido el ciudadano de a pie que se ha autoconvocado y ha salido. Las marchas que se han dado también han sido de autoconvocados.

Hay una dinámica que no está obedeciendo a una estructura política. La COB no ha dinamizado ni movilizado a la gente, está con algunos cuestionamientos con respecto a un congreso postergado, y el Pacto de Unidad está en pleno remozamiento de sus autoridades como siempre ocurre a fin de año en organizaciones departamentales, provinciales para rematar en el congreso nacional. Esa es mas o menos la situación del movimiento social.


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Perfil del Bloguero
Periodista argentino en medios de prensa escrita y digital, radio y TV. Escritor de varios libros de temas de política internacional. Director del periódico Resumen Latinoamericano. Coordinador de Cátedras Bolivarianas, ámbito de reflexión y debate sobre América Latina y el Tercer Mundo.
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