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    En cuatro años se convirtió en un cotizado intérprete internacional de alto vuelo y poderosa voz, inolvidable. 

Nino Bravo el 3 de agosto de 1944 en una pequeña población ibérica cercana a Valencia y al Mediterráneo: Ayelo de Malferit.

Al momento de su muerte el 16 de abril de 1973 el vocalista español Nino Bravo solo tenía 28 años de edad. Se cumplen 48 del trágico accidente que le costó la vida.

En cuatro años se convirtió en un cotizado intérprete internacional de alto vuelo y poderosa voz, inolvidable. 

Sin terminar la Segunda Guerra Mundial y con Francisco Franco como Dictador en España, nació Nino Bravo el 3 de agosto de 1944 en una pequeña población ibérica cercana a Valencia y al Mediterráneo: Ayelo de Malferit. Nadie le llamaba Nino Bravo, sino por su nombre original, Luis Manuel Ferri Llopis, el que le dieron sus padres, Luis Manuel y Consuelo. 

Infancia y adolescencia normales podríamos decir en tanto que pequeñas mudanzas, por el trabajo del padre, cambió de ciudades, siempre dentro de la hoy comunidad valenciana, en el este español, y anclaje casi permanente en la capital, Valencia, donde estudió y donde fue un buen alumno hasta que abandonó las aulas para ayudar a su mamá y aprender el oficio de joyero. La música ya estaba expresándose en el joven Luis Manuel quien logró conformar un conjunto a partir de la tradición de las llamadas Tunas y las Rondallas. Ese primer conjunto se llamó “Los Hispánicos” y presentó una curiosidad de repertorio que ya indicaba conocimiento y vinculación con América. Only You, Moliendo Café y La Novia eran entonados por el jovencito vocalista del grupo, admirador, además, de Doménico Modugno.

Los Hispánicos (Luis Manuel, Salvador y Félix) compitieron sin suerte en el concurso nacional de noveles "Fiesta en España" de La voz de Madrid con el tema Only You. Estamos hablando de los inicios de la década de los sesenta, y este repertorio nos permite inferir que el joven vocalista estaba permeado por el espíritu de la balada.

Viaje de la balada

Para contextualizar la vida y obra de este popular e inolvidable intérprete es bueno aunque sea apuntar a grandes rasgos algunos de los antecedentes del género musical que cultivó y que tiene dos vertientes. Por un lado los cantos cortesanos de la Edad Media en el siglo XIV, o las baladas que Federico Chopin compuso para piano en el Siglo XIX, para significar con ello que ya el término existía aplicado a una variante de la canción popular llevada hacia lo amoroso. Por otro lado está lo acontecido en América a mitad del siglo XX con una fuerte influencia de Europa. Y es que el territorio americano sintió el flujo migratorio procedente de una Europa agotada por las Guerras Mundiales. El contacto cultural generó formas extraordinarias para el arte y, por supuesto, para la música popular. Conviene no olvidar que para recomponer su panorama cultural y musical diversos países europeos acudieron a la figura de los Festivales con los cuales se promovió una nueva canción, una nueva industria musical y hasta un buen intercambio con los países americanos. 

Festivales como San Remo, Benidorm, Eurovisión, Barcelona, etc. son marco para analizar la trayectoria de Nino Bravo, quien en las primeras de cambio participó en algunos sin éxito y luego obtuvo triunfos arrolladores en eventos de este tipo tanto en Europa como en América. 

Los Superson's

Habiéndose disuelto Los Hispánicos, Luis Manuel, al que llamaban Manolo promueve la creación de otro grupo. Esta vez se trató de un quinteto al que bautizó como “Los Superson's” donde él era el vocalista. Así las cosas deja su trabajo en la joyería donde ya era pulidor de diamantes. El grupo hizo sus giras de verano y tuvieron sus cuántas contrataciones hasta que el vocalista tuvo que ir al Servicio Militar, en 1964, contando con 20 años de edad. Dos años más tarde está nuevamente en Valencia y es en 1968 cuando un locutor y manager le cambia el nombre y le bautiza como Nino Bravo tomando en cuenta la fuerza de la voz del joven cantante. Con su nombre artístico se fue a Madrid con el promotor a buscar contratos discográficos. Era ya hora de grabar, pero en el sello RCA ni lo miraron. A la semana siguiente fueron al sello Fonogram. Cuando comenzó a hacer sus pruebas se hizo presente en el estudio el compositor Manuel Alejandro, quien junto a directivos y a otros músicos lo evaluó. Fue excelente esa audición y firmó un contrato por cinco años. Lejos estaban todos de suponer que sería Fonogram su único sello discográfico.

 

Para marzo de 1969  se producen sus primeras grabaciones. Son dos temas de Manuel Alejandro: “Como todo” y “Es el viento”. Curiosamente no pasó nada con esas grabaciones; casi pasaron inadvertidas. Rompe con su mánager y tiene un nuevo revés con otro tema de Manuel Alejandro en un festival en Barcelona. Aparece  entonces un nuevo mánager que encamina mejor la carrera de Nino. También aparece en su vida el amor al conocer a María Amparo Martínez en Valencia y un año más tarde hacia julio de 1970 comienza en firme la meteórica carrera de Nino Bravo al conocer al compositor  Augusto Algueró quien le ofrece un tema con el que no había pasado mucho, pero que en la voz de Bravo se convirtió inmediatamente en el número uno de las carteleras radiales de toda España. Ese tema fue “Te quiero, te quiero”.

 

El inmediato ascenso

Augusto Algueró fue un rey Midas de la composición en España. Nacido en Barcelona en 1934, perteneció a una dinastía musical donde todos se llamaron Augusto Algueró, su abuelo, su padre y él. Fue músico académico y estudiante aventajado de medicina, pero optó por la música ligera y por la composición.

Nino Bravo lo conoce en 1970 y Algueró supo que ese joven llegaría lejos. No era la primera vez que su ojo clínico triunfaba al escoger vocalistas. Pasó con Marisol, con Rocío Durcal y con Joan Manuel Serrat (Penélope) entre otros. Y pasó con Nino Bravo: “Te quiero te quiero” y “Noelia” se transformaron en éxitos gigantescos. Es precisamente Algueró quien le recomienda que asista a varios festivales que le servirán de promoción. Así, Nino Bravo fue al Festival de la canción de Atenas y también al de Río de Janeiro. Casi en paralelo aparece su primer disco de larga duración que se lanza simultáneamente en España y Latinoamérica con notable éxito. De esta forma llega a prestigiosos programas de televisión y a grandes y selectos espacios de presentación.

En 1971 contrae matrimonio con su novia María Amparo, sigue participando en festivales y vuelve a realizar una gira por Latinoamérica. Participa en el Festival de la Onda Nueva en Caracas. Ya para entonces se dice que vendía unos 3.000 LP diarios.

 

Para 1972 y con nuevo mánager aparecen dos nuevas producciones: los álbumes “Un beso y una flor” y “Mi tierra”. Ya había establecido también relación con José Luís Armenteros y Pablo Herreros quienes le aportaron precisamente “Un beso y una Flor” y “Libre”.  Ya es, verdaderamente un solista consolidado en su país e internacionalmente, incluyendo a países como Italia y Alemania en ese éxito. 

Sencillo en sus actuaciones y dueño de una portentosa voz, Nino Bravo sabía escoger el repertorio que iba con él. Y eso fue determinante en su carrera.

Tuvo a su primera hija, Amparo. No conocería a Eva, la segunda.

En marzo de 1972 renueva su contrato con el sello Fonogram, planifica una nueva gira a tierras latinoamericanas y graba el quinto LP de su rutilante carrera: “América, América”. Tampoco sabía que sería el último.

 

Final en carretera

Pensando en todo lo que había sido su trayectoria, sobre todo en aquellos inicios de tanto sobresalto y pocos chances, Nino Bravo se planteó abrir una sala de conciertos donde hubiera oportunidades para que los grupos emergentes de su provincia pudieran darse a conocer. Tenía inclusive el nombre: Julio Verne. Además había descubierto a un dúo en Valencia al que quería producir.

En esas tareas de producción llegó el 16 de abril de 1973. Estaba pautado salir desde Valencia hacia Madrid y así se hizo. Nino Bravo iba al volante y sus compañeros eran los integrantes del Dúo Humo, el grupo al que iba a producir, y el guitarrista José Yuesa acompañante del dúo.

En una curva altamente peligrosa, donde ese mismo mes de abril ya habían fallecido personas en accidentes, allí mismo el vehículo de Nino Bravo se salió de la pista, dio volteretas y cayó destrozado. Los cuatro ocupantes pudieron ser rescatados, pero Nino Bravo falleció cuando luego de recibir los primeros auxilios fue trasladado a un centro hospitalario. Eran las 10:30 de la mañana cuando se apagó la vida del cantante. Solo tenía 28 años de edad y apenas comenzaba su brillante carrera como solista. De este trágico suceso se cumplen 48 años.

 

Valoraciones

Quienes le conocieron ponderan la calidez y la sencillez del joven intérprete, sus valores y su honestidad.

En los inicios de su trayectoria, y aún después, cuando comenzaba a triunfar no faltó quien lo tildara de pueblerino, introvertido, y hasta de vestir limitado. Pero en esos tiempos en que 'fabricar una voz y un ídolo' se hacía con frecuencia nadie pudo negar el talento vocal e interpretativo de Luis Manuel Ferri Llopis, el nacido en la población de Ayelo de Malferit.

También hay quien sostiene que la temprana muerte de Nino Bravo lo elevó inmediatamente a la categoría de mito, sosteniendo que no era tan ídolo cuando fue sorprendido por la fatalidad.

Una cosa es cierta: Nino Bravo en tres años logró el reconocimiento, y lo ganó a pulso. En la rockola memoriosa de los pueblos todo lo que él canto ocupa lugar destacado. Es algo que provee el destino a artistas en los que esos pueblos se sienten proyectados, reflejados en la sencilla desnudez de sus emociones, sensaciones y recuerdos. Por eso su voz sigue soportando con solvencia el escrutinio del tiempo.

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