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    Hugo Candelario González atesora el secreto de sus Mayores y los combina con los aportes que le han dado sus estudios de música, de música académica, la ciudad de Cali y su propia visión acerca del tema.

Hugo Candelario González, el hijo de Esteban y Aura se quedó con la maravilla que le ofrecía su tierra de nacimiento donde los sonidos del rio y de la selva se proyectaban en la marimba construida con la Chonta, árbol de esa parte del mundo

Estaba en el vientre de su madre, Aura, cuando ésta escapó milagrosamente de un incendio. Hay más: cuando llegó el momento del parto, el 12 de febrero de 1967, lo que estaba envuelto en candela era todo el pueblo, Guapi. A Aura la tuvieron que sacar en lancha por el río para el hospital. Cuando el niño nació el partero dijo: “este muchacho es un candelario”. Así se quedó.

De igual manera Hugo Candelario González, el hijo de Esteban y Aura se quedó con la maravilla que le ofrecía su tierra de nacimiento donde los sonidos del rio y de la selva se proyectaban en la marimba construida con la Chonta, árbol de esa parte del mundo. Su hogar estaba lleno de marimbas, complementadas con la percusión del cununo. Su casa atesoraba la obra de las manos artesanales de Guapi, la pequeña localidad caucana.

Contaba este músico, director de orquesta, arreglista, pedagogo y defensor de la cultura de su región que cuando salió de Guapi para estudiar en Bogotá se sorprendió mucho al escuchar en la capital todo tipo de música menos la del Pacífico colombiano, la de su tierra natal.

Allí comenzó realmente su historia musical, marcada por la necesidad de dar a conocer la música del Pacífico, sus instrumentos, y su cadencia de selva y río.

 

Antecedentes

La presencia negra en la zona del océano Pacífico que baña a Colombia por el oeste de su territorio se evidenció a finales del siglo XVII con la llegada de negros esclavos para trabajar en las minas de oro del Chocó, más al norte. Los negros comenzarían casi inmediatamente su proceso de rebelión y resistencia a través de su cultura. De ese proceso emerge una de las músicas mas autóctonas y menos conocidas de Colombia, llevada de la mano por el ancestro africano, el mestizaje latinoamericano y la convicción de los hombres del Pacífico colombiano.

El investigador Edgar Vásquez al respecto indica que era inevitable la confrontación de culturas. “Los blancos discriminaban y los negros resistían, pues la explotación del oro del Chocó implicó traer negros esclavizados de África, y estos esclavizados entraron en rebelión contra los patronos esclavistas. Cuando se disolvió el esclavismo los negros se quedaron a los largo de los ríos”.

Hugo Candelario González aporta otros datos. “Desde que los negros se asentaron en el gran Cauca y en el valle del Cauca siempre ha estado presente la música. La música de la región de origen negro se desarrolló más en el Pacífico, en la selva colombiana, y estuvo durante mucho tiempo geográfica, política y culturalmente aislada. No hubo un contacto directo y un desarrollo directo como otras músicas de otras regiones, estuvo aislada.

Para nadie es un secreto que el bambuco y el pasillo de estas regiones tiene mucho elemento del aporte africano, y cuando la música del Pacífico empieza a acercarse al resto del país hace mucha presencia y empieza a permear esas otras herencia culturales que no nacieron en la región”.

Hugo Candelario González atesora el secreto de sus Mayores y los combina con los aportes que le han dado sus estudios de música, de música académica, la ciudad de Cali y su propia visión acerca del tema.

Al lado del proceso de deformación identitaria a la que fueron sometidos nuestros pueblos, o tal vez por eso mismo la indiferencia se apoderó de muchos músicos. Hugo Candelario González salió al paso de la desmemoria con su grupo “Bahía”.

“La cosa ha funcionado de tal manera que lo que se escucha en radios y medios, lo que hay grabado es lo otro. Con la llegada del desarrollo y la tecnología y los nuevos equipos de sonido y todo eso los grupos autóctonos van pasando a un segundo plano, el ritual va pasando a un segundo plano porque ya los jóvenes, la rumba, la discoteca, el equipo de sonido duro es lo que predomina y eso tiene mas fuerza que un grupo de señores y de señoras a puro pulmón haciendo folclore, haciendo música. Es una lucha como la de David y Goliat”.

Bahía empieza a rescatar, a investigar con la necesidad de grabar la música por esta razón, porque de todas formas la música en su hábitat no necesita cambios, no necesita muchas tecnificaciones pues tiene un desarrollo y una evolución natural donde no hay estrellas ni dinero de por medio sino que la música fluye como una necesidad vital. Entonces cuando uno empieza a hacer música folclórica se encuentra con la esencia de esa música y entonces uno siente que está atropellando un poco a esa razón, a esa esencia natural de la música folclórica, pero cuando se da cuenta de que hay otras músicas que suenan más, no es que suenen más, es que la propia no se está escuchando, entonces hay que grabarla, vestirla de otra manera para que la mirada vuelva, para que el colectivo vuelva a sentir que lo suyo es valioso y hacer nuevamente su música.”

 

Marimba y Currulao

El currulao es el sistema rítmico y coreográfico más representativo del litoral Pacífico colombiano. Se baila, se toca y se canta al conjuro de Cununo, bombo, guasá, y sobre todo de la marimba de Chonta. El currulao es un baile de pareja, abierto. Se dice que su nombre se debe a la figura dominante de esta danza que parece un baile acorralado o currulao.

En cuanto a la marimba, la del Pacífico de Colombia no es la única en el continente latinoamericano. Está considerada como el segundo instrumento musical creado por la humanidad y se dice que surge del golpeteo del hombre sobre el costillar de los animales.

La marimba, según los datos aportados por investigadores del tema tuvo su origen en la actual Nigeria y tras el esclavismo su ritmo se extendió por toda América. Otros estudiosos dicen que es de origen asiático. Lo cierto es que su evolución se dio en el continente negro entre ritos y ricas sonoridades. Según las regiones y las culturas la marimba tiene una relevancia que llega a veces al umbral de lo mágico.

 

Al respecto Hugo Candelario González señala: “La marimba para mí es un instrumento mítico súper importante en la cultura a la cual pertenece porque en ella, hablando desde una perspectiva mágica y mística, en ella se resumen todas esas voces, todos esos sentimientos de una cultura.

Si uno compara una marimba folclórica con un xilófono sinfónico, las diferencias técnicas son abismales. La técnica del xilófono exige muchos años de academia. La marimba de Chonta exige otra cosa, el adiestramiento es por otro camino; es aprender a escuchar cosas, a sentir cosas y aprender a expresarlas. Es un instrumento que pertenece a muchas culturas. En Centro América hay, y en el Pacífico es un caso muy raro que haya marimba en Colombia en esta franjita no más. En ninguna otra parte de la América negra hay marimba. En África, en Asia, y donde está la marimba cumple un papel importantísimo. En el Pacífico de Colombia sin marimba no hay currulao.

Por esa necesidad vital de proyectar a su región, cultura y música, comenzando la década de los noventa Hugo Candelario González fundó el grupo Bahía con el objetivo de preservar y divulgar las ricas manifestaciones musicales de Guapi y de toda la zona del Pacífico de Colombia, sobre todo del sur.

Sería Bahía el grupo ganador en dos oportunidades del importante festival “Petronio Álvarez” surgido en Cali hacia 1997.

El fundador de este festival, Germán Patiño apunta: “Es una labor de preservación, es decir, de darle importancia a la música tradicional como parte del gran archivo musical del país, aparte de nuestro patrimonio y el segundo es llevar la música tradicional a la ciudad para que los jóvenes de la ciudad con su propia sensibilidad puedan conocerla, apropiarse de ella, transformarla si eso quieren y convertirla en música popular contemporánea. El festival de música del Pacífico se inició en 1997. Se hace anualmente y la receptividad desde sus inicios fue sorprendente. Uno no se esperaba tal magnitud de receptividad. El entusiasmo del público a favor del festival ha tocado la producción musical. Ha influido en los músicos y ha generado movimientos de renovación, como el iniciado por Hugo Candelario y Bahía”.

 

Optimismo

Lo que se planteara Hugo Candelario González al sentir la urgencia de grabar la música de su región para visibilizarla en todo su esplendor ha dado frutos, y buenos frutos. Los conjuntos de la región caucana que abordan el currulao ahora son muchos. Como ejemplo están TimbiÁfrica,

Catagón de Timbiquí, Pura Sangre, Herencia de Timbiquí, Socavón y Naidy, entre otros. Ellos, como Bahía no solo abordan la música al ritmo del currulao. La juga, el bunde, los alabaos y las rumbas hacen parte de la propuesta de los músicos del Pacífico sur de Colombia.

La marimba, piano de la selva, siempre está presente.

Como bien dice Hugo Candelario González:

“La marimba es un instrumento femenino. La música que sale de ella es muy dulce, muy agua, muy tierra, muy madre tierra también. Es un espíritu femenino. Hay que tratarla suavemente”.


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