Ciberacoso, ¿cómo detenerlo?

Las plataformas digitales no son utilizadas únicamente para conocer sobre algún tema en tendencia, compartir lo que sucede en la cotidianidad de sus usuarios o promover un emprendimiento.

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Estos espacios también sirven como escenarios para que se presente un hecho que atenta contra el bienestar de miles de personas en el mundo: el ciberacoso.

Puede definirse como un acoso o intimidación a través de tecnologías digitales, y sucede en las redes sociales, plataformas de mensajería, de juegos, o los teléfonos móviles.

Además, ocurre de forma repetitiva y tiene el propósito de enfadar, atemorizar o humillas a otras personas, quienes en muchos casos no saben cómo enfrentar estas situaciones.

Algunas de las acciones propias del ciberacoso es la difamación, publicando fotografías vergonzosas, el envío de mensajes hirientes o amenazas, hacerse pasar por otra persona, entre otras.

Tipo de ciberacoso

La psicóloga y responsable del Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana en México, Karina Melo, explicó en su momento varios tipos de ciberacoso.

En un artículo publicado por el Tecnológico de Monterrey, comentó que “el ciberacoso es considerado como una forma o método de violencia que se ha convertido en uno de los principales peligros entre la población de jóvenes de este siglo, aunque los adultos no quedan exentos del riesgo”.

Para Melo, los diferentes tipos de ciberacoso pueden ser sutiles antes de ir aumentando de forma escalonada, lo que ocasiona en las personas afectadas “aislamiento, desánimo o depresión”.

Según la experta, los tipos de ciberacoso pueden ser:

- Ciberbullying: ocurre generalmente entre menores de edad y es intencional o reiterada.

- Sextorsión: cuando pasa, generalmente, la persona que lo realiza es por pedofilia o pederastia. Es una extorsión con intenciones del tipo sexual.

- Grooming: este tipo se presenta cuando un adulto busca ganarse la confianza de un menor de edad con intenciones sexuales.

- Ciberviolencia de género: en estos casos, una persona o grupo de persona atenta contra una o más del sexo opuesto, e incluye insultos, chantajes, ataques, entre otros.

Consecuencias del ciberacoso

La persona receptora de este tipo de violencia puede percibir que es atacada desde diversos puntos, y hasta es posible que piense o sienta que no tiene salida.

Será probable que comience a sentir preocupación, vergüenza y enfado. Además, la pérdida de interés en actividades que antes le gustaban; así como cansancio, pérdida del sueño, dolores de cabeza, entre otros.

Ante la vergüenza por la situación que está viviendo, la víctima puede tener temor de hablar con franqueza con otras personas. En muchos casos, el ciberacoso ha llevado a que varios afectados se quiten la vida.

¿Cómo actuar?

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) compartió varias recomendaciones que orientan a todos, tanto a los afectados como a quienes los acompañan y desean ayudarlos, ante posibles casos de ciberacoso.

- Decirlo a alguien: solo una de cada diez víctimas habla con un adulto sobre el acoso en línea. Los niños temen informar al adulto y que las cosas empeoren.

- Conservar las pruebas: muchas veces hay amenazas, y tener un registro de ello puede servir como prueba para presentar una denuncia. Se recomienda tomar capturas de pantalla, guardar los mensajes y las publicaciones de los acosadores, con fecha y hora.

- No cae en la manipulación: quienes observen ataques o agresiones de este tipo, deben informar a los amigos, familiares o maestros. Bloquear al acosador en las redes sociales y cuentas de correo electrónico también es una acción importante.

- Más información: Es importante que los padres se involucren aún más en las vidas de sus hijos para detectar si es víctima de ciberacoso y cómo ayudarlos. Más aún cuando pasan la mayor parte del tiempo usando diferentes equipos para estar en línea.

- Reconocer los signos: en ocasiones, los adolescentes temen hablar sobre cómo les ha ido en el día o revelar información sobre lo que viven. Es importante buscar señales como pérdida de interés en sus actividades preferidas, faltas a clases, cambios en los hábitos alimenticios o de sueño, e indagar si esto ocurre por ciberacoso.

En la actualidad, se desarrollan aplicaciones para registrar fotos, vídeos y datos de las redes sociales con el fin de reconocer los signos del acoso. Si se detecta, la aplicación avisa a la víctima. Esto puede ser muy útil para detener el acoso desde la raíz y prevenir a otros.