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    ALBA-TCP constituye un proyecto efectivo de solidaridad, corroborado en su XXII Cumbre, con la plena vigencia de sus objetivos fundacionales en la defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos.

La importancia estratégica para el fortalecimiento del desarrollo, la paz, la solidaridad y la integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños está más vigente que nunca.

Son 18 años de unidad y trabajo por la integración latinoamericana y caribeña de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) que no se dejaron pasar, tal como lo hicimos por un compromiso de amor.

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En este caso, fueron los jefes de Estado y de Gobierno, representantes de delegaciones, quienes reunidos en La Habana definieron en una Declaración los principios esenciales que caracterizan el funcionamiento de ese mecanismo regional, por estos días de diciembre de 2022. 

Hubo memoria viva para los fundadores, el comandante en jefe Fidel Castro Ruz y el Ccomandante Hugo Rafael Chávez Frías, como para los ideales de justicia social y complementariedad económica que los animaron a crear la alianza estratégica.

El patio trasero

Latinoamérica ha sido considerada históricamente por sucesivos Gobiernos estadounidenses como una extensión de su territorio o “patio trasero”, todo tiene que ver con la importancia que le atribuyen a Latinoamérica para la seguridad nacional y economía de los Estados Unidos, según ellos.

El especialista del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana (Cehseu), Jorge Hernández, reflexiona acerca de cómo ven a los países del área: la fuente más cercana de materias primas y recursos naturales. También en términos geopolíticos, los intereses estadounidenses enfatizan en la necesidad de la construcción de una esfera de influencia en su etapa imperialista.

Invasiones, establecimientos de bases militares, intervenciones, saqueo de recursos naturales, planes de subversión, injerencia, sanciones y bloqueos, son elementos de la estrategia que Washington repite a lo largo de la historia, “la más lejana y también la reciente”, declaró el especialista a Prensa Latina.

Justamente, el texto resumen de ALBA-TCP denuncia la política hostil e injerencista de Estados Unidos contra nuestros pueblos; se rechaza la doctrina Monroe, por su papel en las políticas desestabilizadoras de naciones de América Latina y el Caribe, a la par que se denuncian las estrategias de guerra no convencional, “empleando el uso de los procesos judiciales políticamente motivados y sin sustentación jurídica (lawfare), para destruir rivales políticos e ideológicos”.

Es que las sucesivas administraciones estadounidenses contemporáneas hasta hoy emplean esta política -desde 1823- en sus relaciones con América Latina.

Doctrina Monroe

En 2013, el entonces secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) dio por muerta a la Doctrina Monroe. Afirmó que su era había terminado. 

Eso fue casi dos siglos después del planteamiento de esa idea más conocida de la Doctrina Monroe: “América para los americanos”. Buscaba afianzar el dominio de Washington en antiguas colonias europeas. 

Donald Trump la “revivió” en 2018. Fue en el debate de la Asamblea General de la ONU, cuando dijo que en el hemisferio occidental "estamos comprometidos" a mantener nuestra independencia de la supuesta intrusión de potencias extranjeras, en referencia al apoyo a varias naciones latinoamericanas de China y Rusia.

Recientemente, ALBA-TCP denunció en La Habana, Cuba, la política hostil e injerencista de Estados Unidos contra nuestros pueblos. En igual sentido rechazó la doctrina Monroe, por su papel injerencista en las políticas de América Latina y el Caribe.

El foro reclamó el derecho a reparación por los años de colonialismo, esclavitud y genocidio. Nunca como ahora es tan vigente el pensamiento martiano, cuando sentenció “los peligros no se han de ver cuando se les tiene encima, sino cuando se los puede evitar”. Consideraba que “una respuesta unánime y viril, para la que todavía hay tiempo sin riesgo”, podía libertar a nuestros pueblos de tales peligros.

Desde esa perspectiva, el prócer cubano José Martí afirmaba que “para eso es el genio: para vencer la fuerza con la habilidad”. 

En su alta vocación de servicio, Martí observó la Conferencia Internacional de Washington, comprendió los peligros que encerraba y alertó a nuestra América para actuar ante ellos de la manera que era posible en aquel momento. Se trataba de contener la aspiración del “predominio de los Estados Unidos sobre los pueblos de América”.

La Conferencia Internacional Americana se desarrolló en Washington entre los últimos meses de 1889 y primeros de 1890. Fue conocida como la primera Conferencia Panamericana. 

Debido al asesinato del presidente James A. Garfield en 1881, a pocos meses de haber asumido el poder, el secretario de Estado, James G. Blaine, no pudo realizar una reunión de ese tipo porque este cruel evento modificó la situación en el país.

Cuando en 1889 los republicanos volvieron a la Presidencia, con Benjamín Harrison, Blaine volvió a la Secretaría de Estado desde la cual impulsó nuevamente este proyecto, en correspondencia con los intereses estadounidenses en su etapa de desarrollo como potencia mundial.

En una de sus crónicas fundamentales sobre la Conferencia Internacional Americana en 1889, José Martí afirmaba que “jamás hubo en América, de la independencia acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que los Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menos poder, ligadas por el comercio libre y útil con los pueblos europeos, para ajustar una liga contra Europa, y cerrar tratos con el resto del mundo”. 

A lo que añadía que “ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia”. 

ALBA-TCP

En la XXII Cumbre de la Alianza es más importante que nunca la cooperación y la solidaridad como el camino seguro para Latinoamérica unida. 

Cabe recordar las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, cuando señaló “quiero que el concepto patria tenga mayor alcance, que al decir patria nos estemos refiriendo a la gran América que componen nuestras pequeñas patrias”.

Fue en el marco de la III Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, cuando en 2001 surgió la propuesta de ALBA, de la idea del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. 

El 14 de diciembre de 2004 tuvo lugar en La Habana aquella primera Cumbre en que los líderes de Venezuela y Cuba firmaron el acuerdo para tan magno proyecto. 

Enfocado en el énfasis contra la pobreza y la exclusión social, la plataforma de integración latinoamericana se concretó como un camino de colaboración en el orden político, social y económico para los pueblos de América Latina, en contrapartida del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) promovida por los Estados Unidos y que finalmente América Latina rechazó en Mar del Plata, Argentina, en 2005.

ALBA-TCP desde entonces constituye un proyecto efectivo de solidaridad, corroborado en la XXII Cumbre de este mecanismo de integración, con la plena vigencia de sus objetivos fundacionales en la defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos. 

Como una sola América, una sola nación. Este proyecto sigue el pensamiento de Simón Bolívar, José Martí, O'Higgins, San Martín, Hidalgo, Sucre y tantos ilustres próceres que abogaron por la integración latinoamericana. 

El mecanismo de concertación está integrado por diez países: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, Granada y Cuba.

El abrazo

“Yo creo que el ALBA comenzó con ese abrazo, yo ni tenía idea de que iba a ver a Fidel. Cuando aterrizamos vi por la ventanilla que había luces y lo que pensé era que Eusebio (Leal) - historiador de la Habana-  quien me estaba esperando, pues era quien me había invitado a dar una conferencia en la Casa Simón Bolívar. Entonces, me llaman de la cabina y cuando voy, aparece Angelito, de protocolo, me saluda, me da la bienvenida a Cuba y me dice que me están esperando”, comentó el comandante Hugo Chávez Frías, rememorando aquel 13 de diciembre de 1994, cuando llegó a Cuba por primera vez.

Al pie de la escalerilla del avión lo esperaba el comandante en jefe Fidel Castro.

“Me asomo y veo al Caballo allá parado… les confieso que ahí me entró un frío… cuando veo a Fidel parado en la puerta, al pie de la escalerilla. Yo cargaba un maletincito, lo puse en el suelo, para darle el abrazo. Luego estuvimos hasta las dos de la mañana… tres de la mañana… y yo sentía la mirada del águila, haciendo preguntas, tomaba nota, y realmente lo que estaba ocurriendo, era que me estaba evaluando, me estaba pesando…”, narraba Chávez. 

“Desde aquel día de aquel abrazo la humilde vida mía quedó sellada para siempre al lado del gigante que es Fidel”, confesó Chávez en La Habana, en diciembre de 2009, cuando se celebraban los cinci años de la fundación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Actualidad

En esta cumbre honoraria de diciembre de 2022, en La Habana, se abordaron aspectos de mucha actualidad, al tiempo que se intercambió sobre los avances y retos de este mecanismo de concertación, en beneficio de las naciones que lo integran. 

Tal es el caso del cambio climático y el impacto negativo que tiene sobre la naturaleza el desarrollo desigual entre las naciones. De igual manera, el llamado es a sostener un compromiso con los acuerdos internacionales referidos a este tema.

Ratificaron el fin inmediato del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. Hubo denuncias contra el empleo de medidas coercitivas unilaterales hacia las naciones latinoamericanas, que apuestan por sistemas sociales alternativos de inclusión. 

En tanto, patentizar su apoyo a líderes latinoamericanos acosados por los poderes imperialistas y oligárquicos. De la misma forma, se hizo enfática la condena contra todas las manifestaciones del terrorismo, del cual han sido víctimas los pueblos de este continente.

En este sentido se hizo presente el apoyo a la paz. “Saludamos la reinstalación de la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN, en el que dos Estados miembros del ALBA-TCP se desempeñan como garantes y sedes alternativas”.

“Destacamos las acciones para seguir desarrollando la revitalización del ALBA-TCP como mecanismo de unión, de lucha por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América”, dice la declaración. 

A propósito fue bien recibida la designación del embajador Félix Plasencia González, como nuevo secretario ejecutivo de ALBA-TCP y se dio un agradecimiento a Sacha Llorenti por el trabajo realizado al frente de la Secretaría Ejecutiva del mismo. 

Debe destacarse como evidencia del intercambio entre los miembros de ALBA-TCP la implementación del Tratado de Comercio de los Pueblos, el Banco del ALBA y la creación del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre). Este último fue propuesto en la III Cumbre Extraordinaria y de Gobierno de ALBA-TCP, efectuada en el 2008 en Caracas, Venezuela.

Cabe destacar el apoyo demostrado, tras el terremoto en Haití el 12 de enero de 2010, cuando las naciones miembros aprobaron impulsar la reconstrucción y fomentar el desarrollo del país caribeño.

Durante este tiempo se destaca la declaración de Territorios Libres de Analfabetismo Venezuela (en el año 2005), Bolivia (2008) y Nicaragua (2009), a través del trabajo educativo con el método cubano “Yo sí Puedo”.

La cooperación en el ámbito deportivo se materializó con la participación de más de 10.000 atletas de 31 naciones en ediciones de los Juegos Deportivos de ALBA.

Más de un millón de personas fueron identificadas como desprotegidas en seis países miembros del ALBA, como parte del Estudio Clínico Genético Psicosocial aplicado a personas con discapacidad. A ello se suman sin costo personal, más de 2 millones de consultas médicas.

De forma gratuita, se le devolvió la visión a más de 5 millones de personas con la Misión Milagro, se realizaron más de 27 millones de consultas oftalmológicas y entregaron 41 millones anteojos.

Con sedes en Cuba y Venezuela, se han formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), más de 29.600 jóvenes latinoamericanos, caribeños y africanos como galenos comunitarios de vocación humanista, con alto estándar científico.

La importancia estratégica para el fortalecimiento del desarrollo, la paz, la solidaridad y la integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños está más vigente que nunca. ALBA-TCP sigue siendo como la casa común de los grandes sueños libertarios, donde se hace el amor, al alba. 

“Miles de buitres callados
Van extendiendo sus alas
No te destroza, amor mío
Esta silenciosa danza
Maldito baile de muertos
Pólvora de la mañana

Presiento que tras la noche
Vendrá la noche más larga
Quiero que no me abandones
Amor mío, al alba
Al alba, al alba
Al alba, al alba”

Luis Eduardo Aute.


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