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El perfil del nuevo presidente ha sido enmarcado públicamente por diversas fuerzas políticas y económicas, alineadas en torno al modelo neoliberal.

El perfil del nuevo presidente ha sido enmarcado públicamente por diversas fuerzas políticas y económicas, alineadas en torno al modelo neoliberal. | Foto: Reuters

Publicado 17 abril 2018



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Tras la salida de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), sectores de la población peruana se mantiene en expectativa por la gestión que hará el nuevo presidente.

La pregunta de moda en la opinión pública de Perú es la siguiente: ¿será el Gobierno de Martín Vizcarra diferente al de su predecesor PPK? Recordemos que el expresidente terminó destituido por el Congreso en un contexto de denuncias por corrupción y compra de congresistas. Por ahora, la mayoría de los analistas y fuerzas políticas mantienen cierta cautela en sus pronósticos, a la vez que expresan muchas expectativas sobre el nuevo presidente.

Las expectativas sobre el nuevo Gobierno giran en torno a la reputación de Vizcarra como un “tecnócrata conciliador”.[1] En efecto, estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Ingeniería y tiene un diplomado en Administración Gerencial. Asimismo, ha vivido casi toda su vida en la región de Moquegua, ubicada en la sierra sur del Perú, donde desde 1992 dirige una empresa familiar de ingeniería civil. En el año 2008 Vizcarra, siendo decano del Colegio de Ingenieros, participó activamente en el “Moqueguazo”, un conflicto social que demandó al Estado mayores regalías para la región por el cobre extraído en la minería. Vizcarra fue parte de las negociaciones con el Gobierno Nacional y finalmente, hubo modificaciones legislativas en favor de Moquegua. Posteriormente, en el 2011, Vizcarra fue elegido como presidente regional de Moquegua. En ese puesto político se le reconocen diversos logros económicos y sociales: incrementó los índices de competitividad, negoció exitosamente con una minera para conseguir inversiones sociales y puso a su región en el primer lugar de la evaluación escolar del Ministerio de Educación.

En el año 2016 Martín Vizcarra dio el salto a la política nacional y fue elegido como primer vicepresidente de Perú junto al flamante presidente PPK. Al año siguiente, estando en el cargo de ministro de Transportes y Comunicaciones, Vizcarra se vio envuelto en una polémica de corrupción y puertas giratorias. A inicios del 2017 el Gobierno modificó un contrato para la construcción de un aeropuerto en la región del Cusco y comprometió al Estado a desembolsar varios millones de dólares a los concesionarios encargados de las operaciones. Una lluvia de críticas cayó sobre dicha decisión, señalando la debilidad financiera de algunos concesionarios, el parentesco de algunos de sus ejecutivos con autoridades del Gobierno y el enorme riesgo económico que asumía el Estado.[2] Como encargado del sector a cargo del proyecto del aeropuerto, Vizcarra fue denunciado en el Congreso por iniciativa del fujimorismo. Finalmente, el contrato del terminal aéreo se canceló y Vizcarra renunció a su cargo de ministro para evitar ser censurado. Posteriormente, el primer vicepresidente fue nombrado embajador en Canadá, cargo que mantuvo hasta su reciente ascenso político.

El perfil del nuevo presidente ha sido enmarcado públicamente por diversas fuerzas políticas y económicas, alineadas en torno al modelo neoliberal, como una oportunidad para dejar atrás la reciente inestabilidad institucional y reemprender el crecimiento económico.[3] Los representantes de estas fuerzas recomiendan no caer en antagonismos con el fujimorismo y establecer relaciones cordiales entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Existe una esperanza de que Keiko Fujimori coopere estrechamente con el Gobierno, lo que permitirá profundizar la agenda de reformas neoliberales.[4] Es la misma fórmula que resultó en el fracaso de PPK y que esta vez le recomiendan a Vizcarra. Al mismo tiempo, las élites mantienen silencio sobre los casos de corrupción en torno a Odebrecht, los cuales implican directamente a varios políticos y empresarios peruanos. La destitución de PPK y el ascenso de Vizcarra son hechos que por el momento sirven para “calmar” el actual contexto. Es decir, hay una estrategia en curso desde las altas esferas del poder para continuar con el mismo modelo que promueve enormes desfalcos estatales para el enriquecimiento de determinados personajes políticos y grupos empresariales.

Las fuerzas de izquierda que se encuentran en el Congreso también han expresado sus expectativassobre el nuevo Gobierno. En el caso del Frente Amplio, el congresista Marco Arana –líder de esta agrupación- ha manifestado que esperan un buen gobierno sin lobistas ni tecnócratas. En caso contrario, se manifiesta que se exigirán elecciones adelantadas.[5] Del lado del Movimiento Nuevo Perú, liderado por la ex candidata presidencial Verónika Mendoza, se ha propuesto una “transición” hacia una democracia “al servicio de la gente”.[6] En concreto son tres medidas las planteadas al presidente Vizcarra: en primer lugar, nuevas elecciones con nuevas reglas que disminuyan los altos costos de la participación política; en segundo lugar, una lucha contra la corrupción que investigue tanto a políticos como empresarios; en tercer lugar, una reactivación de la economía a través de la generación de empleo y de un aumento en la inversión pública. En general, las fuerzas de izquierda no han adelantado – por ahora – mayores comentarios y críticas pues se mantienen expectantes.[7]

Independientemente de los deseos de las fuerzas políticas, los principales puestos del gabinete de ministros que nombró Vizcarra esta semana comienzan a marcar una dirección política. Parece que habrá continuidad en las relaciones de apaciguamiento con la mayoría congresal fujimorista. En la presidencia del Consejo de Ministros está el congresista que fue vocero de la vacancia de PPK, en los puestos de economía y producción del gabinete se asegura la perspectiva neoliberal, en la cartera de Justicia se colocó a un ministro cercano al fujimorismo y el Ministerio de Defensa está a cargo de un militar en retiro que colaboró estrechamente con Fujimori y su socio Montesinos durante los años noventa.[8] Los próximos meses serán claves para comprender mejor al nuevo Gobierno y su reacción ante el vigente contexto de corrupción.
 

[1] https://ojo-publico.com/647/del-banquero-millonario-de-wall-street-tecnocrata-de-moquegua
[2] http://utero.pe/2017/01/31/5-sencillos-pasos-que-explican-el-megachongazo-de-millones-por-el-aeropuerto-de-chinchero/
[3] http://rpp.pe/politica/gobierno/especialistas-analizaron-los-retos-del-proximo-gobierno-martin-vizcarra-noticia-1112020
[4] https://elcomercio.pe/politica/vizcarra-exito-columna-jaime-althaus-noticia-506619
[5] https://peru21.pe/politica/marco-arana-mercedes-araoz-le-movio-alfombra-martin-vizcarra-401512
[6] http://www.jornada.unam.mx/2018/03/31/opinion/018a1mun
[7] https://diariocorreo.pe/politica/veronika-mendoza-vizcarra-nuevas-elecciones-generales-809412/
[8] http://utero.pe/2018/04/04/bomba-el-flamante-ministro-de-defensa-fue-invitado-al-exclusivo-cumpleanos-de-montesinos-vladivideo/


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