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Bonadio y Stornelli, de visita en la embajada de Estados Unidos en Argentina.

Bonadio y Stornelli, de visita en la embajada de Estados Unidos en Argentina. | Foto: Google

Publicado 16 marzo 2019



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En el contexto de una ardua disputa geopolítica mundial, la coyuntura regional muestra un protagonismo de la persecución mediante el poder judicial a los principales liderazgos populares, acompañada por el rol fundamental de los medios masivos de comunicación y servicios de inteligencia.

En el contexto de una ardua disputa geopolítica mundial, la coyuntura regional muestra un protagonismo de la persecución mediante el poder judicial a los principales liderazgos populares (Lula, Cristina, Correa, Mujica y militantes de espacios cercanos a cada uno de ellos), acompañada por el rol fundamental de los medios masivos de comunicación y servicios de inteligencia.

En Argentina, la actuación del juez Ramos Padilla y su intervención en la Cámara de Diputados ha dejado sobradas evidencias (al mismo tiempo, se desarrollaba un encuentro en la embajada de EEUU con funcionarios y miembros del poder judicial). En este artículo observaremos que, en rigor, esta situación responde a un diseño estratégico norteamericano, evidenciado en los principales documentos de esta potencia, así como en las declaraciones del propio embajador de EE.UU. en Argentina.

I La disputa geopolítica mundial en la planificación norteamericana

El documento “Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de América” expresa los fundamentos políticos de la acción de esta potencia hacia cada región del mundo. En cada una de ellas, aparece un diagnóstico y las acciones prioritarias (políticas, económicas, militares y seguridad) que el país del Norte planifica desarrollar hacia cada espacio. [1]

Haciendo una revisión integral del documento, lo que se destaca es la preocupación de Estados Unidos respecto al avance de China y Rusia como actores de peso que “modifican la balanza de poder”, lo cual implica “consecuencias globales y amenazas a los intereses de Estados Unidos”. No es excepción de ello el apartado dedicado al hemisferio occidental. Pero no profundizaremos en esto aquí, aunque, por ejemplo, debemos señalar que esta disputa se vincula con la decisión de Bonadío de hacer de Gerardo Ferreyra un preso político. Este último es titular de la empresa Electroingeniería, encargada de la construcción de las represas en la Patagonia, fruto de la elevación a Asociación Estratégica Integral con la RPCh firmada por Cristina Fernández de Kirchner en 2014.

En las acciones prioritarias del ámbito de seguridad y militar referido a nuestro continente planifican:

“Construir sobre esfuerzos locales y fomentar a) las culturas de legalidad para reducir el crimen y la corrupción; b) Apoyar esfuerzos locales para profesionalizar la policía y otras fuerzas de seguridad; c) reforzar la autoridad de la ley y emprender reformas judiciales; d) mejorar la información compartida para apuntar a líderes corruptos y desbaratar el tráfico ilícito”.

II El rol de Edward Prado, el embajador norteamericano en Argentina

Orgánico a este documento emitido en diciembre de 2017, el actual embajador de EE.UU. en Argentina, defendió su candidatura ante el Senado de su país afirmando que “tuve la oportunidad de viajar a la Argentina en numerosas ocasiones. Di conferencias y participé de talleres en todo el país, e hice amigos dentro de la comunidad jurídica de Argentina (...) Mi intención es continuar trabajando con los abogados y jueces de la Argentina para mejorar el sistema judicial y fortalecer la confianza de la gente en el sistema judicial”. [2] Asimismo, planteó que trataría de contribuir en la investigación de la muerte de Nisman.

En el plano militar/seguridad el ex Juez Edward Prado sostuvo: “Estoy comprometido a ayudar a generar capacidad dentro de la policía de la Argentina para promover la seguridad en un aliado regional vital. Como hijo de un veterano de la Segunda Guerra Mundial y personalmente, reservista retirado del Ejército, aprecio la importancia de una fuerza militar fuerte y nuestro compromiso con un mundo democrático libre de la amenaza del terrorismo. Nuestro apoyo a las fuerzas militares de Argentina debe continuar”.

Respecto a la economía, manifestó: “También espero trabajar de cerca en cuestiones comerciales y económicas para aumentar las oportunidades para las empresas estadounidenses en Argentina”. Desde estas afirmaciones del embajador y las líneas de acción del documento mencionado cabe señalar la interrelación existente entre:

a) La política de Defensa y Seguridad dirigida por Aguad y Bullrich respectivamente, de pleno alineamiento con el Comando Sur, la DEA y el Pentágono, mediante capacitaciones de las fuerzas, ejercicios conjuntos, compra de armamento y la posible instalación de bases militares en distintas partes de nuestro territorio. (Recomiendo el seguimiento de Martín Calero sobre esta cuestión en los informes del Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior). [3]

b) El rol y protagonismo del poder judicial, en concordancia con el poder mediático, como parte de un juego de dominación planificado por EE.UU., denominado como guerra jurídica o lawfare, mediante el cual se persigue y deslegitima a los liderazgos y militantes populares en la región y en particular en la Argentina.

c) En relación a esto último, por otro andarivel, el avance de empresas norteamericanas sobre las empresas locales desprestigiadas por casos de corrupción, que están siendo investigadas por el poder judicial, en función de la extranjerización de las mismas y/o el desplazamiento en obras asignadas a ellas, por ejemplo mediante el sistema de Participación Pública Privada (actualmente a partir de la investigación en manos de Bonadío/Stornelli, desarrollada a partir de las fotocopias de unos supuestos cuadernos, y en Brasil ocurre un fenómeno similar).

No es casual que el conductor estratégico del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, dirigentes de Cambiemos, miembros de la Corte Suprema de Justicia y los jueces Bonadío y Stornelli hayan celebrado y brindado el 4 de julio junto a Prado en la Embajada (ver fotos en esta cita). [4] Más aún, que desde el 2002 el embajador tiene vínculos fluidos con miembro del poder judicial en Argentina. En una nota publicada por Clarín se relata que “Prado ha cultivado una relación con jueces y fiscales de este país, junto a los cuales incluso compartió distintas disertaciones. Varias de ellas con el hoy ministro de Justicia Germán Garavano, y con reconocidos jueces federales como Julián Ercolini, o la propia jueza de la Corte Suprema Elena Highton de Nolasco”. [5]

Otra hecho muy simbólico consistió en que mientras el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, expuso ante la Cámara de Diputados sobre el caso D´alessio, sus vínculos con Stornelli y la red de espionaje ilegal que evidencia hechos de enorme gravedad institucional, la Embajada de Estados Unidos organizaba un taller “para compartir experiencias sobre el combate contra el crimen transnacional y el terrorismo” y lo publicaba en su cuenta de twitter. En este encuentro participaron el embajador Prado, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el Procurador General de la Nación, jueces y fiscales [6].

III “Si me pasa algo, miren hacia el norte”

En septiembre de 2014, Cristina Fernández de Kirchner, desnudando las “novelas” mediáticas que el Grupo Clarín realiza hace más de 20 años en relación a la presencia de grupos terroristas islámicos en la Triple Frontera, dijo: “si me pasa algo, y lo digo muy en serio, que nadie mire hacia el oriente, miren al Norte”. [7] Este discurso se enmarcó en el avance de los Fondos Buitres y el Juez Griessa. También afirmó allí una cuestión que cobra relevancia para comprender la ofensiva mediática-judicial y del gobierno a la principal opositora que tiene el actual gobierno. “Saben que soy la última barrera infranqueable para que vuelvan a endeudar al país o para que se caiga la reestructuración de la deuda o para que se haga cualquier cosa con los trabajadores”.

A partir de los puntos de acción prioritaria de EE.UU. hacia América Latina y el Caribe que revisamos, se comprende con mayor claridad la elaboración de un plan regional de persecución judicial y la consecuente ausencia de Estado de Derecho, hoy claramente visible con las muestras de extorsión, coimas y persecución, que tiene como protagonistas a Marcelo D´alessio, el fiscal Stornelli y al “animal suelto” de Clarín Daniel Santoro. En este marco Cristina Fernández de Kirchner es objeto de la ignominia oligárquica, con allanamientos fuera de toda legalidad, con la gravedad del envenenamiento en su vivienda y el hostigamiento mediático, que tienen por fin desplazar de la escena política y proscribir a la principal referente de la oposición del gobierno neocolonial de Mauricio Macri.

En su reciente intervención en el Senado de la Nación, CFK afirmó: “De la propia sentencia de un juez, se puede colegir la actuación de una embajada extranjera en esta cuestión. Esto sólo ameritaría que la Corte interviniera, porque de acuerdo a la Constitución Nacional, cuando hay una cuestión en la cual podría intervenir una embajada extranjera, la Corte tiene competencia originaria y exclusiva. Y hasta ahora, por lo que he leído en la sentencia del juez Ramos Padilla, la embajada de los EE.UU. no ha contestado acerca de la veracidad de las chapas identificatorias, credenciales, etc. de agencias de seguridad de EE.UU. de Norteamérica (…) estamos ante un sistema muy perverso, de extrema gravedad constitucional e institucional”.

Estos problemas dan cuenta también del estado de subordinación de nuestra política exterior y sus inevitables consecuencias en el ámbito interno. Es por eso que es imprescindible reconstruir una política exterior soberana, para lo cual, Cristina es vital, porque tiene una visión estratégica a largo plazo y analiza con cautela los factores relevantes y dinámicos de la compleja geopolítica mundial y regional; porque es una estadista que demostró reconocer y administrar las presiones, con coherencia y determinación; y por su coraje y audacia para actuar y defender el interés nacional, nuestra dignidad y soberanía, por ejemplo, como sucedió con los fondos buitres y la recuperación de la Fragata Libertad.

*Nicolás Canosa - Licenciado en Sociología (UBA). Director de relaciones internacionales del CENACK-Peronismo Militante. Integrante de la comisión de Integración Regional y Asuntos Internacionales del Instituto Patria. Miembro de la REDH.

Fuentes:

[1] Recuperado de: https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905-2.pdf.

[2] Recuperado de: https://ar.usembassy.gov/es/declaracion-del-juez-edward-c-prado-ante-el-comite-de-relaciones-exteriores-del-senado/

[3] Ver: https://ocipex.wordpress.com/2018/07/02/reconfiguracion-del-rol-de-las-fuerzas-armadas-y-ayuda-humanitaria-norteamericana/

[4] Recuperado de: https://www.clarin.com/politica/22-fotos-fiesta-julio-embajada-unidos_0_rkvTJjKzm.html

[5] Recuperado de: https://www.clarin.com/politica/ministro-jueces-fiscales-nacionales-amigos-embajador-donald-trump-nombro-argentina_0_B1PEjwCEz.html

[6] Recuperado de: https://www.eldestapeweb.com/carlos-stornelli/mientras-ramos-padilla-estaba-el-congreso-la-embajada-eeuu-reunio-implicados-la-investigacion-n57282

[7] Recuperado de: https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-256539-2014-10-01.html


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