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El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil limitó este jueves, con 11 votos a favor y ninguno en contra, el fuero privilegiado que protege a los parlamentarios investigados penalmente, el cual ahora tendrá validez solo para los delitos cometidos en el ejercicio del mandato y en razón de las funciones desempeñadas.
La decisión permite continuar con los procesos judiciales contra senadores y diputados federales por crímenes cometidos antes de comenzar sus mandatos y cuyos procesos se encuentren paralizados desde hace meses.
Actualmente, casi la mitad de los 594 miembros del Congreso brasileño enfrentan algún tipo de cargos por crímenes cometidos antes de comenzar a ejercer el cargo que desempeñan, por lo que ahora pueden ser juzgados sin tropiezos con la ley.
Con esta decisión, la Corte Suprema de Brasil tiene la vía libre para enviar a jueces de primera instancia a continuar con los procesos detenidos, lo que resulta más rápido que si lo hace la propia Corte.
De acuerdo con un estudio de la Fundación Gentulio Vargas, mientras un juez de primera instancia puede concluir y dictar sentencia contra un acusado en pocos meses, la Corte Suprema puede tardar en promedio un par de años.
Sin embargo, este nuevo dictamen del STF podría crear nuevas lagunas que los legisladores pueden utilizar para aliviar los juicios por corrupción, según analistas brasileños, como los presentados por el caso Lava Jato.
>> El 78 % de los brasileños apoya fin del fuero privilegiado
