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El alto el fuego provisional proporcionó cierta ayuda humanitaria, pero fue violado constantemente, al igual que otros frágiles altos el fuego anteriores.

El alto el fuego provisional proporcionó cierta ayuda humanitaria, pero fue violado constantemente, al igual que otros frágiles altos el fuego anteriores. | Foto: EFE

Publicado 5 junio 2023



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Los combates en Sudán se recrudecen mientras más de 1.800 personas han muerto en más de siete semanas de enfrentamientos, sin que haya indicios de que el conflicto vaya a remitir.

Los Gobiernos de Estados Unidos (EE.UU.) y Arabia Saudita reanudaron este lunes las conversaciones para lograr una tregua entre los generales sudaneses enfrentados, mientras los combates alcanzan su octava semana y el número de muertos se acerca a los 2.000.

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Washington y Riad hicieron un llamamiento para que "las partes acuerden y apliquen efectivamente un nuevo alto el fuego, con el objetivo de llegar a un cese permanente de las hostilidades", declaró la Cancillería saudita.

La prórroga de cinco días de una tregua mediada por EE.UU. y Arabia Saudita expiró formalmente el sábado por la noche, sin que hubiera indicios de que el conflicto fuera a remitir y con el temor de que los bandos rivales estuvieran a punto de sufrir una escalada.

Esos temores se confirmaron cuando este lunes los enfrentamientos se intensificaron tras el fracaso de las conversaciones de alto el fuego el fin de semana. Mientras tanto, residentes y activistas informaron de que al menos 40 personas habían muerto en una reciente oleada de violencia en el estado de Darfur Septentrional.

Los enfrentamientos entre el líder del ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, y su ex segundo, el comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) Mohammad Hamdan Dagalo, se han apoderado de Jartum y de la región occidental de Darfur desde hace más de siete semanas, a pesar de los numerosos intentos de negociar una tregua humanitaria.

El alto el fuego provisional proporcionó cierta ayuda humanitaria, pero fue violado constantemente, al igual que otros frágiles altos el fuego anteriores.

Desde que comenzaron los combates el 15 de abril, han muerto más de 1.800 personas, según el Proyecto de Datos sobre Localización y Sucesos de Conflictos Armados.

Según la ONU, 1,2 millones de personas han sido desplazadas dentro de Sudán y más de 425.000 han huido a países vecinos.

Otros lugares en los que se registraron actos de violencia fueron Bahri, al norte del Nilo Azul, y el centro y sur de Jartum.

La última tregua se acordó para permitir la llegada de la ayuda humanitaria que tanto se necesita y el paso seguro a las zonas de Sudán asoladas por los combates, pero, como todos los anteriores, el acuerdo fue violado sistemáticamente por ambas partes.


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