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La situación económica que atraviesa el país africano es uno de los factores que orientará el sentido del voto de los sudafricanos.
Los sudafricanos acudirán a las urnas este miércoles 8 de mayo para renovar la Asamblea Nacional y el presidente del país en medio de una crisis económica y social.
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En lo que serán las sextas elecciones democráticas desde el fin del régimen de segregación racial conocido como apartheid, casi 27 millones de electores están convocados para renovar los poderes legislativos provinciales y a los representantes de la Asamblea Nacional, quienes deberán proclamar al nuevo presidente del país para los próximos cinco años.
La desigualdad en el país africano es alta, persistente y ha crecido desde 1994, cuando se celebraron las primeras elecciones tras el fin del apartheid, de acuerdo con el Banco Mundial (BM).
You CAN vote at any voting station in SA in #SAElections2019 (if you are registered & at least 18) on #8May, 7am-9pm. If you vote in province in which you're registered, you will get national & prov ballots. If you vote outside of your province, just the national ballot. pic.twitter.com/7wkbxSDBZb
— IEC South Africa (@IECSouthAfrica) 7 de mayo de 2019
El 1.0 por ciento mejor posicionado de la población posee el 70.9 por ciento de la riqueza total del país, mientras que el 60 por ciento con menos recursos concentra solo el 7.0 por ciento, indica el estudio del BM titulado "Superar la pobreza y la desigualdad en Sudáfrica".
Más de la mitad de la población (es decir, más de 28 millones de personas) vive por debajo de la línea de la pobreza.
"La pobreza es consistentemente más alta entre los sudafricanos negros, los menos educados, los desempleados, los hogares encabezados por mujeres, las familias grandes y la infancia", remarcó el informe del BM, que recolectó datos entre 2006 y 2015.
Sudáfrica presenta una tasa de desempleo del 27.1 por ciento de la población económicamente activa (PEA), una de las más altas del mundo.
El 27.1 por ciento de la PEA significa que más de seis millones de sudafricanos no tienen un trabajo fijo.
