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Shoigú y Akar pasan revista a tropas de ceremonia en ocasión de un encuentro en Moscú.

Shoigú y Akar pasan revista a tropas de ceremonia en ocasión de un encuentro en Moscú. | Foto: Zuma

Publicado 28 diciembre 2022



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Abordan la crisis siria, las soluciones al problema de los refugiados y cómo hacer frente a la amenaza del terrorismo.

Los titulares de Defensa de Rusia, Siria y Türkiye sostuvieron este miércoles conversaciones en formato trilateral en la capital rusa, Moscú, en las cuales abordaron qué pasos se debe dar para poner fin a la crisis siria, resolver el problema de los refugiados y hacer frente de manera conjunta a los grupos terroristas.

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En particular, se examinó la situación en la región respecto a las milicias kurdas que actúan en la frontera entre Siria y Türkiye, vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Ankara.

Se trata de la primera reunión que desde el inicio de la crisis siria, en 2011, sostienen los representantes de esta cartera en Damasco, Ali Mahmoud Abas, y Ankara, Hulusi Akar.

Contó además con la participación del titular de Defensa ruso, general Serguéi Shoigú, así como el jefe de la Organización Nacional de Inteligencia de Türkiye (MIT), Hakan Fidan.

En sendos comunicados, la parte turca destacó el carácter constructivo del encuentro, mientras que Rusia enfatizó en la necesidad de darle continuidad “para seguir estabilizando la situación en la república árabe y en la región en general”.

A mediados de diciembre, el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, propuso al líder ruso, Vladimir Putin, sostener un encuentro trilateral con el presidente sirio, Bashar al Assad, y abrir así un proceso de negociaciones.

El pasado mes de noviembre, Erdogan indicó que las relaciones entre Turquía y Siria pueden mejorar e incluso que ambas naciones podrían retomar sus relaciones diplomáticas.

Türkiye responsabilizó al PKK de un atentado terrorista perpetrado el 13 de noviembre en Estambul, el cual se saldó con al menos seis muertos y 81 heridos.

Una semana después del hecho, el Gobierno de Erdogan lanzó la Operación Garra-Espada, que contempló un amplio raid aéreo y bombardeos de artillería de largo alcance contra bastiones del PKK en suelo sirio. Incluso, amenazó con dar continuidad a esta operación, pero se suscitaron varios llamados del Kremlin llamando a Ankara a la contención.


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