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El decreto entrará en vigor a partir del primero de febrero de 2023 hasta el primero de julio de 2023.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, rubricó este martes un decreto en el que prohíbe la venta de petróleo y sus derivados a personas jurídicas y físicas extranjeras en condiciones de límite de precio tras el establecimiento de un tope por los países del G7, la Unión Europea y Australia.
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El documento expresa que “están prohibidos los suministros de petróleo y productos derivados rusos a entidades y particulares extranjeros si los contratos de suministro incluyen, directa o indirectamente, un mecanismo de limitación de precios”.
De igual forma, el texto confirma que la medida constituye una respuesta a “las acciones no amistosas y contrarias al derecho internacional de EE.UU. y los Estados extranjeros y las organizaciones internacionales que se han unido a ellas".
A su vez, el decreto entrará en vigor a partir del primero de febrero de 2023 hasta el primero de julio de 2023 mientras puntualiza que el jefe de Estado ruso puede conceder determinados permisos con carácter excepcional.
Al mismo tiempo, la reciente medida del Gobierno ruso ha impactado rápidamente en los precios internacionales del carburante. En este sentido, la bolsa londinense ICE apuntó que el crudo Brent ascendió a 86 dólares el barril por vez primera desde el pasado 5 de diciembre.
No obstante, el precio del gas en Europa descendió los 850 dólares por 1.000 metros cúbicos, lo cual ocurre por primera vez desde antes del inicio de la operación militar especial en Ucrania.
A principios del presente mes, los países del G7, la UE y Australia consensuaron la imposición de un límite de 60 dólares por barril al precio del petróleo ruso en un intento de restringir la principal fuente de ingresos de Rusia.
