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El presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, firmó la convocatoria a elecciones en la que los diputados y senadores italianos escogerán al sucesro de Mattarella.

El presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, firmó la convocatoria a elecciones en la que los diputados y senadores italianos escogerán al sucesro de Mattarella. | Foto: @Blutarsky72

Publicado 4 enero 2022



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Entre los posibles candidatos a ocupar el cargo están el premier Mario Draghi, quien crearía un conflicto de ser electo.

Los legisladores italianos fueron convocados a elegir el venidero 24 de enero al próximo presidente del país, quien sustituirá al mandatario Sergio Mattarella, en un clima de negociaciones políticas en el que ningún partido cuenta con una mayoría suficiente y pudiera terminar con una confrontación entre bloques.

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La convocatoria fue informada de manera oficial por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, quien este lunes hizo el anuncio luego de encontrarse con las autoridades principales.

Fico precisó en sus redes sociales que ya le ha comunicado día y hora (15H00, hora local 14H00 GMT) a todas las instituciones interesadas con previa publicación en la Gaceta Oficial.

Aún no se ha definido la manera en que se dará la votación que ser hará bajo estrictas medidas sanitarias frente a la pandemia de la Covid-19. Unas 1.009 personas tendrán a su cargo la elección del presidente.

La composición de los votantes del Legislativo es de 321 senadores, 630 diputados y 58 delegados regionales, pues no existe la elección directa del titular del Estado por parte de la ciudadanía.

Para ser aspirante al cargo de presidente, la persona debe tener nacionalidad italiana y contar más de 50 años de edad. En las tres primeras votaciones, uno de los candidatos debe tener como mínimo los dos tercios de los votos, lo que ubica el umbral de la victoria en los 673, al tiempo que a partir de la cuarta el listón cae hasta los 505, equivalente a la mayoría absoluta.

Los registros de votaciones en el Legislativo indican que solo dos veces un presidente ha sido electo en primera ocasión, al tiempo que la elección con más votos es de 1971, cuando eran necesarias 23. Sin embargo, el mayor consenso se logró en 1978 con Sandro Pertini, al lograr el mayor apoyo de más del 82 por ciento de los congresistas.

El actual primer ministro, Mario Draghi, está entre los candidatos con más posibilidades a ser electo, lo que podría desestabilizar al Gobierno italiano en un momento en que el país resiste a las consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria global.

La Carta Magna italiana prohíbe que una sola persona ocupe el cargo de jefe de Gobierno y del Estado, por lo que este aspirante deberá ser reemplazado de su cargo de premier en caso de ser elegido.

Draghi es un prestigioso economista de 74 años que fue presidente del banco Central Europeo y que desde febrero de 2021 lidera el Ejecutivo. De terminar en el palacio de Quirinale, podría fin a los siete años de mandato de Mattarella, que finaliza el venidero 3 de febrero.

Otro de los nombres a evaluar es el de Berlusconi, apoyado por la centroderecha de su partido, Forza Italia, y los ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia, aunque medios locales consideran improbable que logre los votos necesarios.

De igual manera, los medios locales han propuesto diversos nombres para que sustituyan a Mattarella. Han surgido nombres como el expresidente de la Cámara de Diputados, Pier Ferdinando Casini y el de los octogenarios exjefes de Gobierno, Romano Prodi, el expresidente de la Comisión Europea y Giuliano Amato, quien fue redactor de la Constitución Europea.

A su vez, nombres como el de la actual ministra de Justicia, Marta Cartabia, es de los que más suena con fuerza en los últimos días, tras el impulso de artistas e intelectuales italianos para que se elija a una mujer presidenta, una propuesta del expremier Giuseppe Conde  que ha sido privado históricamente a las mujeres.

A pesar de que las funciones del presidente italiano son esencialmente honorarias, pues su sistema de Gobierno es parlamentario, para ese cargo se eligen personalidades de renombre que puedan mediar en determinados contextos y que se erijan por encima de los partidos.

La Constitución del país le da al presidente poderes que son claves a la hora de enfrentar crisis políticas, pues es quien puede disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas y aprobar los ejecutivos.


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