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El siniestro fue provocado por colonos judíos, estimulados por la política expansionista del Gobierno de Israel.
El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mohammad Shtayyeh, condenó el incendio de una mezquita en Cisjordania, perpetrado por colonos israelíes, hecho que calificó de racista.
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Los colonos prendieron fuego este lunes a una mezquita en la ciudad de Al-Bireh, cerca de Ramalá, mientras escribían mensajes de contenido racista como “asedio a los árabes” y “esta tierra es para los judíos”, según reportan medios locales.
“El incendio es un hecho criminal y responsabilizamos al Gobierno de Israel por ello, así como por la creciente violencia contra los aldeanos en Cisjordania”, subrayó Shtayyeh.
“Nos tomamos muy en serio los ataques contra los lugares de culto, responsabilizamos al régimen sionista y al primer ministro Benjamín Netanyahu de manera total y directa por este ataque”, insistió en un comunicado este lunes.
#Palestina Colonos judíos incendian una mezquita en la ciudad de Al-Bireh, cerca de #Ramallah. El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, responsabilizó al gobierno de #Israel por el sabotaje "criminal y racista" @teleSURtv pic.twitter.com/yNckddHZPT
— Lianet Cruz Pareta (@LianetteleSUR) July 27, 2020
Paralelamente, el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, consideró que el suceso está relacionado con la política de apartheid promovida por Israel contra ese pueblo árabe, asentado en la bloqueada Franja de Gaza y la ocupada Cisjordania, ahora bajo la amenaza anexionista.
Las provocaciones de los colonos israelíes, que ya suman más de 700.000, han subido de tono en julio, mes señalado por Netanyahu para anexar a Israel partes de Cisjordania, un proyecto en línea con el denominado Acuerdo del Siglo presentado en enero pasado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
La ANP reprobó de plano ambos programas y advirtió que de llevarse a vías de hecho la planeada anexión podría desatarse una tercera intifada (las anteriores ocurrieron en 1987 y 2000).
En virtud del controvertido Acuerdo del Siglo el régimen israelí podría anexarse hasta un 30 por ciento de Cisjordania.
Las demostraciones de rechazo en las calles de Ramalá, otras ciudades y aldeas de Cisjordania han sido a menudo reprimidas por las fuerzas de Tel Aviv.
