El dirigente de derecha se encontraba en el Aeropuerto Internacional del Alto, donde un grupo de bolivianos se acercó para protestar contra su presencia en el lugar.
El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, informó que el dirigente de derecha Fernando Camacho fue sacado del Aeropuerto Internacional de El Alto, en el departamento de La Paz, luego de que se registraran protestas en su contra.
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El político opositor boliviano llegó a El Alto la noche del 4 de noviembre, luego de dar un ultimátum al presidente Evo Morales, a quien amenazó con radicalizar las protestas violentas. No obstante, ante su presencia en el lugar, un grupo de bolivianos se acercó a protestar.
"No era prudente salir a provocar a las personas en el contexto de agresiones contra las comunidades", afirmó el ministro de Gobierno en su intervención ante la prensa.
#EnVivo | Ministro de Gobierno, Carlos Romero: "En horas de la mañana se dispuso que el viceministro Quiroga y funcionarios del Ministerio de Gobierno conversen con el dirigente cívico, él se negó y alegó que estaba descansando". pic.twitter.com/tK7eJdd0Mo
— Bolivia tv (@Canal_BoliviaTV) November 5, 2019
Ante la situación que puso en riesgo su seguridad, explicó Romero, las fuerzas del Estado boliviano activaron un protocolo de auxilio y trasladaron a Camacho, en una avioneta militar, hacia Santa Cruz.
"Hay gente muy dolida por las acciones de agresiones contra humildes y mujeres", destacó el funcionario boliviano, en relación con las protestas violentas convocadas por la oposición tras desconocer los resultados de las elecciones del 20 de octubre.
#EnVivo | Ministro de Gobierno, Carlos Romero: Lamentablemente no era prudente (la llegada de esta comitiva) en un contexto de reacciones sociales. pic.twitter.com/u1RGaHMy42
— Bolivia tv (@Canal_BoliviaTV) November 5, 2019
Romero pidió a la población y a los dirigentes políticos bajar las tensiones en la nación suramericana para retomar la paz, en especial, mientras avanza la auditoria de votos encabezada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y los Gobiernos de México, Paraguay y España.
Entretanto, los dirigentes de derecha continúan con su agenda de desestabilización y se niegan a reconocer la reelección del presidente Morales.