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Las protestas en Libia están marcadas por la crisis económica y el impacto de la pandemia de Covid-19

Las protestas en Libia están marcadas por la crisis económica y el impacto de la pandemia de Covid-19 | Foto: Atalayar

Publicado 3 julio 2022



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Desde la ONU instaron a manifestantes y cuerpos policiales a no cometer acciones que desencadenen en violencia.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) instó a las autoridades y a los manifestantes en Libia a prevenir cualquier acción que atente contra la estabilidad ciudadana en ese país del norte de África.

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Su portavoz, Stéphane Dujarric, soslayó que el secretario general Antonio Guterres mantenía su preocupación respecto a los sucesos recientes y las manifestaciones de este 1 de julio en Trípoli, Tobruk, Bengasi y otras ciudades.

Además, el titular del ente global pidió a los manifestantes y a las fuerzas policiales evitar sucesos violentos y evidenciar contención durante las expresiones de desacuerdo, haciendo además un llamado a la resolución del conflicto político por ambas partes vía pacífica.

Sucede que este 1 de julio miles de libios asaltaron las calles de la nación para recamar mejoras en sus condiciones de vida, llegando a allanar incluso la sede del Parlamento, enclavado en Tobruk.

Este incidente en particular desató enfrentamientos que culminaron con disparos tanto hacia el interior de la sede diplomática, como en las inmediaciones de esta.

Las protestas en Libia están condicionadas por la difícil situación económica que vive esa nación, la cual ha agravado las tensiones políticas con el Parlamento enfrentado al Gobierno de Unidad Nacional de Trípoli.

Esta situación ha desatado protestas en Trípoli (capital) y otras zonas de la nación, exacerbando el escenario de inestabilidad existente, acentuado por el impacto de la pandemia de la Covid-19.

En 2020 los combates entre el Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido por la ONU, y el Ejército Nacional Libio, liderado por Haftar registraron al menos 356 muertos y 329 heridos. Además, unas 149.000 personas abandonaron sus hogares en Trípoli y alrededores; y otras 749.000 viven en zonas afectadas por los enfrentamientos.

Mientras, en febrero, el Parlamento apoyó la candidatura del exministro del Interior, Fathi Bashagha, para ocupar el puesto de presidente del Gobierno; en tanto el jefe del Gobierno de Unidad Nacional, Abdul Hamid Mohammed Dbeibah, rechazó entregar el poder sin la celebración de comicios, algo que amenaza al país con una nueva dualidad de poderes.

Libia se dividió tras el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011 y durante una década atestiguó enfrentamientos entre las facciones rivales que crearon estructuras del poder paralelas en el oeste y el este del país; situación que en 2021 y tras la instauración del Gobierno de Unidad Nacional, liderado por Dbeibah, pretendía culminar con la dualidad de poderes y asegurar la transición hasta las elecciones generales.


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