Nueva Ley Ambiental vulnera 223 tierras indígenas en Brasil

La demora en la resolución para la demarcación territorial en Brasil deja unas 223 tierras indígenas indefensas y vulnerables a los conflictos con hacendados, la reintegración de posesión y crímenes ambientales. 

Según un comunicado presentado por el Instituto Socioambiental del Brasil (ISA), en total hay más de 9 millones de hectáreas en estado de alerta ante posibles contratiempos en la demarcación debido a 42 proyectos de infraestructura y 193 casos relativos a la minería en zonas pertenecientes a 46 tierras indígenas que aún no han sido homologadas.

La tierra indígena de Guapenu, ubicada al noreste del amazonas, en Brasil, espera la resolución de una nueva ley ambiental que podría perjudicar la delimitación de sus territorios.  

Guapenu esta integrada por 527 habitantes y abarca un territorio de 2.377,2 hectáreas, las cuales están en la mira de tres ambiciosos proyectos de minería. 

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Los representantes de la comunidad indígena de Brasil se amparan en la Constitución Federal, en el artículo 231, en su capítulo 5, el cual los protege de aquellos proyectos que intenten dañar sus territorios con la explotación ambiental.  

El artículo 231 reza que "se reconoce a los indios su organización social, costumbres, lenguas creencias, tradicionales y los derechos originarios sobre las tierras que tradicionalmente ocupan, correspondiendo a la Unión demarcarlas, protegerlas y hacer que se respeten todos sus bienes". 

El alcance de este artículo esta en espera de la aprobación de licencias solicitadas por el sector empresarial y, según los técnicos del ISA, es preocupante cualquier modificación que se le haga al Proyecto de Ley del Licenciamiento Ambiental, ya que "amenaza directamente el proceso de demarcación de esas 223 tierras indígenas porque excluyen la participación social y la transparencia en proyectos de impacto socioambiental.

Los indígenas han venido realizando manifestaciones en todo el territorio brasileño, demandan al Gobierno de Michel Temer la demarcación de los territorios ocupados por los indígenas antes de la elaboración de la Constitución de 1988. Según los indígenas, sus etnias ya habitaban estos territorios, años antes de la proclamación de la nueva Carta Magna.

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