Decenas de personas marcharon el sábado en la ciudad estadounidense de San Diego, fronterizo con México, para protestar contra la política de “tolerancia cero” del presidente Donald Trump, que ha separado a miles de niños de sus familias.
Lydia Ponce, del American Indian Movement Southern California, fustigó la “falta de humanidad” del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por su sigla en inglés) de Estados Unidos (EE.UU.). Al tiempo que pidió “una manera humana de recibir a familias que buscan asilo”.
Entrevistada por la agencia de noticias EFE, la activista apuntó que las familias emigran por “las guerras financiadas por este país desde hace décadas al sur de la frontera”.
Cerca de 2.000 niños fueron separados de sus familias en la frontera entre EE.UU. y México y fueron enviados a centros de detención con espacios similares a jaulas. El repudio internacional obligó a Trump a firmar el miércoles una orden ejecutiva para impedir que las familias sean separadas.
En la ciudad de Los Ángeles casi 30 personas acamparon para repudiar la nueva política estadounidense. Y ahí seguirán “hasta que las familias separadas se reunifiquen”, anunció Ponce.
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