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El Ejecutivo reiteró su compromiso con someter ante la justicia a los autores de los delitos que se han cometido.
El Gobierno de Etiopía instó este jueves a los líderes del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) a deponer la armas y detener cualquier intención de llevar a cabo más crímenes por los que se han emitido órdenes federales de arresto.
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Al respecto, reiteró su compromiso con someter ante la justicia a los autores de los delitos que provocaron muerte e inestabilidad en el estado regional de Tigray y el resto del país. Al mismo tiempo, denunció las masacres civiles perpetradas por el TPLF, motivadas por razones étnicas.
Estos hechos fueron considerados bajo un patrón criminal “que esta camarilla orquestó en varios lugares durante los últimos años”, agregó el Gobierno.
Por su parte, la Comisión Federal de Policía había ordenado el arresto de 96 funcionarios y oficiales del Ejército en la región de Tigray, bajo la presunción de los delitos de corrupción, violación de derechos humanos y traición.
Este miércoles también se determinó la detención de 14 generales, 47 coroneles, 11 tenientes coroneles, un mayor y tres capitanes, algunos de ellos retirados de las fuerzas de seguridad, a los que juzgarán por traición.
Entre otros de los cargos que se les imputan a los señalados por el Gobierno etíope se encuentra la instigación a disturbios, crímenes y masacres de base a la identidad de las personas o por motivos religiosos, y abuso de poder.
