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Los líderes de los países que integran el G7 acordaron su posición respecto a asuntos de interés mundial como Irán, Libia, Ucrania y Hong Kong.
El Grupo de los Siete (G7) difundió este lunes su declaración final en el marco del encuentro sostenido en, Biarritz, Francia, en el que las potencias abordaron temas como la situación política de Irán, Ucrania, Hong Kong y los incendios de la Amazonía.
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Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia y Reino Unido, que integran el grupo, insistieron en el respeto al supuesto “estatus de autonomía de Hong Kong”. El llamado fue realizado pese al rechazo de China a la intervención de sus asuntos internos.
"El G7 reafirma la existencia y la importancia de la declaración sinobritánica de 1984 sobre Hong Kong y llama a evitar la violencia", reza la declaración final presentada después de tres días de cumbre.
Sobre la situación de Ucrania, el G7 acordó reunir a las partes en conflicto en un encuentro que se realizará el mes próximo bajo el “formato de Normandía”, con la supuesta participación de Francia, Alemania, Rusia y la nación en conflicto.
De acuerdo con el documento, las potencias buscan alcanzar “resultados concretos” en temas que hasta el momento impiden a Rusia regresar al grupo.
Sobre esto, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que de momento no hay un consenso sobre el posible regreso de Rusia al G8, mientras que el estadounidense Donald Trump declaró no tener problemas con una decisión así. Mientras tanto, la administración rusa ha descartado tener intención de regresar a esta organización.
"Mucha gente dice que tener a Rusia dentro de la habitación es mejor que tenerla fuera de la habitación", afirmó Trump.
En esta cumbre, los líderes de las grandes potencias discutieron también otros asuntos como la guerra comercial entre Washington y Beijing, las tensiones entre EE.UU. e Irán, el libre comercio y los delitos ambientales.
Pese a la bajas expectativas de Francia sobre el respaldo estadunidense a una declaración ambientalista, el G7 acordó movilizar 20 millones de dólares (17,9 millones de euros) para hacer frente a los incendios en la Amazonía.
El anuncio se dio en medio de la presión internacional por la crisis ambiental exacerbada por la postura del Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro.
