Según el Frente, el Estado español tiene responsabilidad con los saharauis y la ONU.
El Frente Polisario, liderado por el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, decidió este sábado suspender sus contactos con el actual Gobierno de España luego de la declaración conjunta entre Madrid y Rabat para normalizar sus relaciones.
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“El Frente Polisario decide suspender sus contactos con el actual Gobierno español para desmarcarse de utilizar la cuestión saharaui en míseros tratos con el ocupante y acatar las resoluciones de legitimidad internacional que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y el respeto por las fronteras de su país”, publicó el Frente en Twitter.
Según un comunicado de la delegación del Frente Polisario para España anunciado esta madrugada y fechado en Bir Lehlu (Sahara Occidental), esta decisión tiene su base en la decisión del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a la “ilegal propuesta del ocupante marroquí que pretende legitimar la anexión de los territorios del Sáhara Occidental por la fuerza e ignorando los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia”.
1- Tras el anuncio de apoyo del Gobierno de Sánchez al plan del ocupante marroquí de legislar la anexión del territorio del Sáhara Occidental por la fuerza y la confiscación de los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia.
— Frente POLISARIO (@Polisario_) April 9, 2022
Destacó que el Estado español tiene responsabilidad tanto ante el pueblo saharaui como ante Naciones Unidas como potencia administradora del territorio y que estas responsabilidades no prescriben.
La delegación española del Frente, por otro lado, agradeció previamente al Congreso de los Diputados de España y al “amplio y transversal movimiento de solidaridad” con su causa, por llamar de manera rotunda al Gobierno español en la necesidad de retornar a la legalidad internacional.
El jueves pasado, España y Marruecos establecieron un nuevo camino en sus relaciones con la reunión en Rabat del rey Mohamed VI y Pedro Sánchez, un encuentro que tuvo lugar tras el cambio de posición de España al avalar la propuesta de Marruecos de que la antigua colonia de Sahara Occidental sea una región autónoma dentro de Marruecos.