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"No son ´milicias´. Son terroristas domésticos que ponen en peligro e intimidan a sus conciudadanos. Las palabras importan", ha dicho Whitmer.

"No son ´milicias´. Son terroristas domésticos que ponen en peligro e intimidan a sus conciudadanos. Las palabras importan", ha dicho Whitmer. | Foto: Twitter: Gretchen Whitmer

Publicado 14 octubre 2020



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Unos 13 hombres vinculados a la extrema derecha de EE.UU. están acusados en el complot terrorista en Michigan.

Las autoridades del estado de Michigan, en Estados Unidos, arrestaron esta semana a 13 hombres vinculados a milicias de extrema derecha, entre ellos seis que habrían conspirado para secuestrar a la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

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El intento de secuestro incluía atacar al Congreso estatal en Lansing y estarían involucrados hasta unos 20 hombres, en total, vinculados a un grupo paramilitar llamado Wolverine Watchmen ("los vigilantes") quienes enfrentan cargos de terrorismo de Estado, conspiración y posesión de armas, y conspiración para cometer un asalto a una institución estatal con la intención de iniciar una guerra civil.

La gobernadora Whitmer culpó al presidente Donald Trump de instigar los violentos complots, desde que en abril pasado, Trump hizo una publicación en Twitter en el cual se podía leer "Liberen Michigan", y la semana pasada le dijo a un grupo de odio de extrema derecha conocido como Proud Boys que "retrocedan y estén alerta".

La gobernadaora ha ido más allá y ha dicho: "Apenas la semana pasada, el presidente de Estados Unidos se presentó ante el pueblo estadounidense y se negó a condenar a los supremacistas blancos y los grupos de odio como estos dos grupos de Michigan".

De acuerdo a Whitmer el "Retrocedan y esperen" fue escuchado "no como una reprimenda, sino como un grito de guerra, como un llamado a la acción. Cuando nuestros líderes hablan, sus palabras importan. Tienen peso", agregó.

Un estudio de Southern Poverty Law Center (SPLC) sobre el número de grupos de odio en Estados Unidos puso en evidencia que se produjo un aumento de un 4 por ciento entre 2017 y 2016 al pasar de 917 a 954 en ese periodo de tiempo. Las recientes protestas antirracistas en Estados Unidos han tenido entre sus enemigos a grupos de extrema derecha que han protagonizado hechos de violencia.


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