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Pese a que el Gobierno local ya dio de baja el proyecto legislativo para la extradición de detenidos a China, las protestas continúan.
Hong Kong vivió este domingo el décimo fin de semana consecutivo de protestas, cuando cientos de manifestantes de esa Región Administrativa china tomaron las calles para exigir el retiro absoluto del proyecto de ley de extradición y reformas democráticas.
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La jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, dio por muerto el proyecto legislativo a inicios de mes, el cual entregaría a Beijing a los “fugitivos” detenidos en Hong Kong. Sin embargo, las protestas continúan en la isla luego de dos meses de iniciadas y han provocado daños a la economía, según denuncia el Gobierno.
Las manifestaciones de calle de este domingo se caracterizaron por enfrentamientos entre los ciudadanos y la policía, quienes lanzaron gases lacrimógenos y detuvieron a varios de los protagonistas de los disturbios.
Si bien la protesta estaba prohibida, los hongkoneses se reunieron en el barrio obrero de Sham Shui Po, donde comenzó el choque con las fuerzas del orden.
En el mayor parque de la ciudad, miles de manifestantes se congregaron en una protesta contra el gobierno de Hong Kong, quien ha tenido que tomar medidas preventivas para mantener la seguridad de las instituciones.
Aunque Lam suspendió el proyecto, la Región Administrativa Especial ha vivido una oleada de manifestaciones, donde los opositores a la “muerta” ley de extradición han recurrido a la violencia porque no creen en el retiro definitivo del proyecto.
El Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) intenta tomar cartas en el asunto, a pesar del llamado de China a no inmiscuirse en los asuntos internos de Hong Kong, y ha enviado a altos funcionarios a reunirse con los manifestantes durante las protestas.
