El Gobierno de los Estados Unidos afirmó este viernes que su administración no es responsable del futuro de los niños inmigrantes que son entregados en adopción.
Los funcionarios del presidente estadounidense Donald Trump indicaron que una vez que los niños son reubicados en los hogares de adopción del país, el Estado no está en la obligación de supervisar las condiciones en las que vivirán los menores.
"La relación de custodia termina cuando esos niños salen de la ORR. No somos una agencia policial", dijo el comandante del Departamento de Salud (HHS, por sus siglas en inglés).
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Crisis en la Frontera
Más de dos mil niños que llegan de forma ilegal a la frontera de EE.UU. con México son separados de sus padres, quienes son deportados a sus países de origen, mientras que sus hijos son detenidos por las autoridades del HHS.
Posteriormente, el HHS remite a los menores a la Oficina de Refugiados (ORR) para ser trasladados a hogares temporales o familias desconocidas en EE.UU., como parte de la polémica ley de migración "Tolerancia Cero" impulsada por Trump.
Sin embargo, ORR y el Departamento de Salud estadounidense han recibido numerosas criticas de los senadores del Congreso, quienes han cuestionado las labores de custodia de las autoridades, luego de que el organismo desconociera el paradero de 1.400 niños entregados en adopción.