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La educación liberadora se basa en una didáctica específica para la escuela, pero busca la transformación de toda la sociedad.

La educación liberadora se basa en una didáctica específica para la escuela, pero busca la transformación de toda la sociedad. | Foto: Twitter @otrasvoceseducacion

Publicado 8 septiembre 2022



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A propósito del Día Mundial de la Alfabetización nos acercamos a su principal contribución.

¿Es posible transformar la sociedad si no se transforma la manera en la cual se educan las personas? ¿Es posible transformar la educación para la opresión en educación para la liberación? ¿En qué consiste la educación liberadora? En particular la que propone el educador brasileño Paulo Freire (1921-1997).

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Para comprender la idea de la educación liberadora, primero, se hace necesario entender la concepción que pretende superar: la educación bancaria.

En su libro "Pedagogía del Oprimido", Paulo Freire critica el espíritu de la concepción bancaria,  para la cual la educación es el acto de depositar, de transferir, de trasmitir valores y conocimientos. 

Al reflejar la sociedad opresora, la educación bancaria mantiene y estimula la dicotomía educador-educandos, entre el que sabe y el que no sabe, entre quien narra o transmite un saber y quien lo memoriza, entre quien ostenta el poder, la autoridad y quien se somete a ella.

En esa concepción de educación todo gira alrededor del maestro, él es el protagonista principal. La educación es eminentemente vertical, el educador impone las reglas y establece una relación de opresor-oprimido.

El principal hallazgo de Freire es que este tipo de relaciones trasciende el plano propiamente pedagógico, por lo cual es posible extender ese análisis al resto de la sociedad para explicar la estructura de la dominación.

Frente a la educación bancaria, cuyo propósito es la domesticación social, Paulo Freire propone la educación liberadora, la cual comienza con la superación (no la inversión) de la contradicción educador-educando.

Desde esa perspectiva, educador y educando son sujetos intercomunicados quienes se reconocen en sus respectivos roles, juntos aprenden, juntos buscan y construyen el conocimiento en la medida en que sientan que tienen un compromiso para hacerlo con libertad y capacidad de crítica.

De acuerdo con Freire, la educación desde esta perspectiva involucra el acto de conocer y no la mera transmisión de datos. De esta manera maestros y estudiantes comparten un mismo status, construido conjuntamente en un diálogo pedagógico caracterizado por la horizontalidad de sus relaciones.

La educación liberadora no se considera apolítica, ni no ideológica: tiene un propósito claro que es la revelación y el desmontaje de las estructuras de la dominación, no solo educativas sino sociales.

La educación liberadora promueve el diálogo, a través de la palabra, como lo fundamental para realizar el acto cognoscente, despierta la creatividad y la crítica reflexiva en el educando, refuerza el carácter histórico de los seres humanos, promueve el cambio y la lucha por la emancipación.

Frei Betto, teólogo brasileño, continuador de la obra de Freire ha dicho al sobre la educación liberadora y su concreción en la educación popular: “es el método del socialismo, y el socialismo el nombre político del amor”. 


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