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Las personas que laboran o permanecen en entornos cerrados, deben contar con acceso a una atención médica adecuada para evitar más contagios.

Las personas que laboran o permanecen en entornos cerrados, deben contar con acceso a una atención médica adecuada para evitar más contagios. | Foto: teleSUR

Publicado 15 mayo 2020



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En tiempos de pandemia por la Covid-19, el hacinamiento en entornos cerrados se convierte en un riesgo de aumentar los contagios por el virus.

Organizaciones internacionales han emitido una serie de medidas preventivas y recomendaciones que deben implementarse en entornos cerrados ante la pandemia del nuevo coronavirus.

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La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh), elaboraron una declaración conjunta con el objetivo de evitar la propagación del virus.

Uno de los sectores de la población que refieren estas organizaciones es la población que se encuentra en las cárceles, ya que viven en entornos cerrados y debe tener a su disposición una apropiada atención sanitaria, así como la garantía de insumos de protección, para no tener brotes de Covid-19.

 

Además, alertan sobre la importancia de “establecer un sistema de coordinación actualizado que reúna a los sectores de salud y justicia”, que el personal penitenciario esté bien informado, y garantizar el respeto de los derechos humanos en estos espacios.

Evitar los hacinamientos

Para quienes permanecen en entornos cerrados, la aglomeración es una amenaza para la higiene, la salud, la seguridad y la dignidad humana. Según el documento, “el hacinamiento constituye un obstáculo insalvable para prevenir, prepararse o responder a la Covid-19”.

Por tal motivo, instaron a los Gobiernos a limitar las acciones de privación de libertad, incluida la detención preventiva, medidas que deben emplearse como último recurso, particularmente, cuando en los entornos cerrados existe hacinamiento. 

En este sentido, deben considerarse mecanismos de liberación para las personas con un riesgo particular de Covid-19, como los adultos mayores, quienes tienen condiciones de salud preexistentes, sin comprometer la seguridad pública.

Otra recomendación a tomar en cuenta, no menos relevante, es aumentar la limpieza y la higiene en los entornos cerrados.

Garantizar la seguridad y atención sanitaria

Las organizaciones internacionales llaman a los Estados no solo a garantizar la seguridad, sino también el acceso a la atención sanitaria y la dignidad humana a quienes laboran o debene permanecer en entornos cerrados durante la pandemia.

La atención médica, incluida la atención preventiva, de apoyo y curativa, debe ser de mejor calidad, pues “las respuestas prioritarias a la Covid-19 implementadas actualmente en la comunidad, como la higiene de manos y el distanciamiento físico, a menudo están severamente restringidas o no son posibles en entornos cerrados”.

Por otro lado, advierten que, en poblaciones penitenciarias, existe un número elevado de personas con trastornos por uso de sustancias, VIH, tuberculosis (TB) y hepatitis B y C, factores que alertan sobre una tasa de infección de enfermedades más alta que en la población general.

Las organizaciones internacionales explican que no se deben perder los beneficios de los tratamientos iniciados antes o durante el encarcelamiento. Además, “mejorar las medidas de prevención y control en entornos cerrados, así como aumentar el acceso a servicios de salud de calidad”.


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