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Varios son los países que han decretado el empleo de mascarillas en el marco de la desescalada de medidas preventivas.

Varios son los países que han decretado el empleo de mascarillas en el marco de la desescalada de medidas preventivas. | Foto: teleSUR

Publicado 21 mayo 2020



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Las mascarillas o tapabocas son uno de los insumos de protección necesarios para reducir los posibles contagios por la Covid-19.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que el uso de una mascarilla clínica es una de las medidas profilácticas para limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias, entre ellas la infección por el nuevo coronavirus, fundamentalmente, en las zonas afectadas.

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Sin embargo, alerta que este medio de protección no proporciona por sí solo suficiente defensa, por lo que deben tomarse otras precauciones igualmente importantes. Además, destaca que las personas contagiadas, los profesionales de la salud y quienes tengan algunos síntomas del virus, deben utilizar una mascarilla o tapabocas.

Varios son los países que han decretado su empleo obligatorio como un método para ayudar a reducir la propagación del virus. Por ello, es importante conocer qué tipos de mascarillas pueden emplearse.

 Mascarillas y respiradores

Según la norma europea FFP, que define a las mascarillas por los diferentes filtros que se pueden acoplar, estas se dividen en P1, P2 o P3.

Lla FFP1 es una mascarilla antipolvo, de papel y con correas elásticas o de goma, con un eficacia de filtración mínima de un 78 por ciento. Sin embargo, no se recomiendan para uso médico.

Máscara protectora FFP2. I Foto: Gaceta Médica

Por otro lado, la FFP2 es una máscara protectora que filtra el aire que se inhala del exterior. Es desechable y filtra el 92 por ciento de las partículas del aire.

Se emplea en la industria y como respirador o mascarilla quirúrgica sanitaria y hospitalaria; imposibilita la inhalación de fluidos tóxicos de polvo, aerosoles y humos.

La FFP3 es la de mayor protección. I Foto: As

La FFP3 protege contra distintos polvos tóxicos, así como humo y aerosoles. Asimismo, al tener un 98 por ciento de filtrado son eficaces contra bacterias, virus y esporas de hongos.

La OMS considera que la FFP2 y la FFP3 equivalen a la N95, un respirador que, según el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), es el más usado en el ámbito de la salud, pues filtra el 95 por ciento de las partículas que se encuentran en el aire.

De igual forma, las mascarillas del tipo N95, FFP2 o equivalentes deben reservarse a los profesionales de la salud que se encuentran atendiendo a los pacientes contagiados con la Covid-19 y quienes realizan procedimientos que generan aerosol tales como la intubación endotraqueal, tratamientos de nebulización, succión, o para cuando se toman hisopos nasofaringes o de garganta, según la organización.

La OMS también refiere que las mascarillas quirúrgicas son aquellas que se emplean en cirugía y para realizar otros procedimientos, las cuales pueden ser planas o plisadas, algunas tienen forma de taza y se atan a la cabeza con cintas.

Las mascarillas quirúrgicas evitan la emisión de gotículas respiratorias. I Foto: As

De acuerdo con el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, estas mascarillas “pueden estar previstas también para que los pacientes y otras personas las lleven puestas con el objetivo de reducir el riesgo de propagación de infecciones”.

De ahí que ejerzan “básicamente de barrera para evitar la emisión de gotículas respiratorias al estornudar o toser”, por lo que son las más recomendables en el caso de pacientes con Covid-19 y de casos en investigación, y para el “resto de la población general cuando acuda a espacios concurridos en los que exista dificultad para mantener las medidas de distanciamiento social”.

Mascarillas de tela 

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España precisa que las mascarillas de uso no médico o fabricadas con tela tienen la ventaja de que pueden ser producidas fácilmente, también son lavables y reutilizables.

Sin embargo, al ser fabricadas con diferentes materiales, no las recomiendan para ser usadas por el personal de la salud.

En el caso de ciudadanos en general, pueden usar este tipo de mascarillas sin que ello sea tomado como “una relajación en las medidas básicas de prevención recomendadas (por ejemplo: distanciamiento social, higiene de manos y no tocarse la cara)”.

Las mascarillas de tela protegen más al resto de personas si las llevamos puestas. I Foto: EFE

A esta mascarillas de tela se les conoce como mascarillas higiénicas ,y de acuerdo con la Asociación Española de Normalización (UNE), son un producto no sanitario que “protegen más al resto de personas de que las contagiemos si la llevamos puestas que al revés”.

Es fundamental que este tipo de mascarillas sean lavadas diariamente y desinfectadas, de acuerdo a los protocolos establecidos por las organizaciones especializadas, antes de ser usadas nuevamente.


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