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En 2018, una detonación con drones fue orquestada con la intención de asesinar al presidente Maduro durante una alocución pública.

En 2018, una detonación con drones fue orquestada con la intención de asesinar al presidente Maduro durante una alocución pública. | Foto: @PresidencialVen

Publicado 26 marzo 2020



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No es la primera vez que el jefe de estado de Venezuela denuncia los planes conspirativos para atentar con su vida desde Colombia.

El Gobierno de Venezuela denunció el miércoles un nuevo plan terrorista organizado desde Colombia para provocar acciones de desestabilización en el país y atentar contra el presidente Nicolás Maduro.

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El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, advirtió este jueves sobre una conspiración de grupos radicados en Colombia, quienes tienen como objetivo ejecutar asesinatos selectivos de miembros del Gobierno Bolivariano y así generar violencia en la nación suramericana.

En medio de una emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, los organismos de inteligencia venezolanos descubrieron que estas acciones pretenden introducir en el país elementos para realizar los ataques, como armamento y artefactos explosivos.

Sobre el reiterado apoyo del Gobierno colombiano a los planes conspirativos, las autoridades venezolanas han reiterado que, desde hace cuatro años, han denunciado los planes conspirativos que se gestan desde Colombia.

"Cuatro años, en varios ocasiones, nos hemos presentado para denunciar todos los planes conspirativos que se gestan en Colombia", enfatizó Rodríguez.

Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, afirmó que una vez más se comprueba “la planificación de acciones terroristas en territorio colombiano, financiadas y dirigidas desde los Estados Unidos, contra la paz y estabilidad de Venezuela”.

Tras estas nuevos planes contra el país, Arreaza informó el miércoles que el Gobierno de Venezuela denunciará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las acciones violentas que desde Colombia buscan desestabilizar a la nación suramericana.

Historia de una conspiración

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó el 15 de agosto de 2019 al exmandatario colombiano, Álvaro Uribe, de organizar un plan para asesinarlo a él y a otros líderes de su Gobierno con el apoyo de 32 mercenarios. 

"Es un plan para ingresar 32 mercenarios para intentar asesinarme a mí y a dirigentes de la Revolución", sostuvo el mandatatio desde el Palacio de Miraflores, en Caracas (capital). 

Esta denuncia se presentó tras haber capturado a siete paramilitares colombianos en la frontera entre ambos países, a quienes se les incautó armas de fuego, municiones, vehículos y aparatos de comunicación. No es la primera vez que el jefe de estado de Venezuela denuncia los planes conspirativos para atentar con su vida desde Colombia.

En 2018, una detonación interrumpió de manera abrupta el acto con motivo del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). El anillo de seguridad del mandatario actuó rápidamente, aunque siete efectivos resultaron heridos, tres de ellos de gravedad.

El mandatario venezolano sostuvo que el intento de magnicidio contra él fue ordenado por el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, así como por el expresidente colombiano Juan Manuel Santos y el exdiputado venezolano Julio Borges. 

Cinco meses después, el ministro de Interior y Justicia venezolano, Néstor Reverol, informó sobre la detención a un grupo de sicarios que habrían sido contratados por la oposición para cometer asesinatos selectivos en Caracas.

En esa acción policial se capturó a Miguel Ambrosio Palacio Salcedo, quien presuntamente proporcionaría la logística, y manifestó que había sido contactado por un grupo de militares desertores venezolanos.

Casi al cumplirse un año del magnicidio frustrado, otro intento de golpe fue sofocado, ya que un grupo de extremistas buscaron tomar la base militar La Carlota, ubicada en el este de Caracas. En este proyecto terrorista, Raúl Baduel, detenido desde 2009, iba a ser proclamado como presidente ante los canales de televisión del Estado. 

Entre las acciones previstas, se encontraba el bombardeo del Palacio de Miraflores, sede del Gobierno venezolano, y el asesinato del presidente Maduro.

Tras investigaciones, se relacionaron las acciones desestabilizadoras de personas que trabajaron junto al fallecido Óscar Pérez, dirigente de una agrupación terrorista, con funcionarios de Colombia y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU., (CIA, por su siglas en inglés).


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