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Los magistrados de la JEP, asimismo, ordenaron la liberación inmediata del exjefe insurgente.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ordenó la liberación del exlíder de las exrebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Jesús Santrich, porque concluyó que está amparado por la garantía de no extradición incluida en los acuerdos de paz firmados en 2016.
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El exjefe rebelde fue detenido y encarcelado en abril de 2018 con fines de extradición hacia Estados Unidos (EE.UU.), que lo reclama por supuestamente liderar una conspiración para introducir cocaína en ese país, y estaba a la espera de que la JEP resolviera sobre el pedido de extradición.
En un fallo que tuvo tres votos a favor y dos en contra, los magistrados de la JEP basaron su histórica decisión básicamente en dos puntos: Santrich sí está amparado por la garantía de no extradición y las pruebas presentadas no permiten evaluar la conducta ni establecer la fecha exacta de los presuntos delitos atribuidos.
"La JEP aplica la garantía de no extradición a Seuxis Paucias Hernández (nombre real de Santrich), porque las pruebas no permiten evaluar la conducta ni establecer la fecha precisa de su realización. Se ordena a la fiscalía de Colombia disponer libertad inmediata", remarcó la JEP en un mensaje en la red social de Twitter.
En el acuerdo de paz suscrito entre las FARC y el gobierno, en noviembre de 2016, se pactó que ningún excombatiente del antiguo grupo insurgente puede ser extraditado a EE.UU. por delitos cometidos previos a la firma de la paz. Esta garantía se revoca si los ilícitos ocurren en fecha posterior.
La Fiscalía de Colombia, cuando arrestó a Santrich, afirmó que los presuntos delitos de narcotráfico sucedieron en días posteriores a la suscripción de los convenios de pacificación.
La JEP, que tuvo el aval de la Corte Constitucional para este caso, solicitó a las autoridades estadounidenses copia del expediente y de las evidencias contra el exjefe rebelde para verificar si los supuestos delitos que se le achacaban fueron realizados después de noviembre de 2016.
La sentencia de la JEP fue clara: “las pruebas no permiten evaluar la conducta ni establecer la fecha precisa de su realización”, por lo que, en consecuencia, ordenó la liberación inmediata del exlíder de las FARC, que se convirtió en el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
