El gigante asiático reiteró su invariable apoyo al levantamiento del bloqueo estadounidense contra el país antillano.
China rechazó la actitud de Estados Unidos de politizar temas de derechos humanos para fomentar sus habituales planes de presión e injerencia en los asuntos internos de Cuba, alentando a su vez a retomar el camino de diálogo hacia la normalización de relaciones bilaterales sobre la base del respeto.
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El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, Wang-Wenbin, ratificó este lunes en conferencia de prensa la oposición de su Gobierno a la doble moral y a las críticas usadas como excusa para una injerencia extranjera en la isla.
Wenbin destacó la tradicional posición de China respecto a que Estados Unidos debe respetar la soberanía y la independencia cubanas, además de eliminar el bloqueo económico, financiero y comercial que, de manera unilateral y por más de sesenta años, ha impuesto a la Mayor de las Antillas.
#US debe respetar la soberanía e independencia de #Cuba, cesar el bloqueo, sanciones e injerencia. Nos oponemos firmemente a politizar #DerechosHumanos o usar doble estándar. US debe desarrollar relaciones normales con Cuba basadas en la igualdad y el respeto mutuo. @BrunoRguezP https://t.co/p9OJdwFbUc
— Spokesperson发言人办公室 (@MFA_China) December 21, 2020
Asimismo, instó a Washington a cambiar sus vínculos bilaterales con La Habana, desde la igualdad ante todo, y así poder ofrecer respuesta a los intereses de los dos pueblos.
#China exigió hoy a los #EstadosUnidos a levantar el bloqueo contra #Cuba, respetar la soberanía e independencia de Cuba y dejar de utilizar el pretexto de los derechos humanos para aplicar sanciones unilaterales contra La Habana pic.twitter.com/6elFRhnKbP
— Iramsy Peraza (@IramsyteleSUR) December 21, 2020
El diplomático insistió en que la normalización de los nexos entre Estados Unidos y Cuba tendrá impacto notorio en la estabilidad y el desarrollo de América Latina. Con estas declaraciones, se reafirma el rechazo de China a la política coercitiva y el afán permanente del país norteamericano en hacer de los derechos humanos un pretexto para su histórica arremetida contra la nación caribeña y sus ambiciones geopolíticas.
El país asiático ha apoyado históricamente el reclamo internacional por el cese del bloqueo estadounidense a Cuba, considerándolo contrario al espíritu que defiende la Carta de las Naciones Unidas. También ha exhortado a la Casa Blanca a rectificar esa actitud hostil y denunciado el carácter extraterritorial de sus sanciones que infringen las leyes internacionales.