Millones de brasileños llenaron las calles de Río de Janeiro y Sao Paulo, al sureste de Brasil, para participar en los primeros desfiles de carnaval. Muchos de ellos expresaron su rechazo a las medidas sociales y políticas aplicadas por el presidente de facto Michel Temer.
Con la consigna "Fora Temer" (Fuera Temer), escrita en carteles y en los cuerpos de algunas personas, los participantes mostraron su desacuerdo al incremento del impuesto predial y territorial urbano.
Durante los desfiles, protestaron contra el programa económico de Temer, así como la polémica reforma de las pensiones, que será sometida a votación este mes en el Congreso.
Casi medio millón de personas han asistido este fin de semana al centro de Río de Janeiro, según datos oficiales, para presenciar comparsas que pasearon cerca de cuatro horas a la espera del inicio oficial de la festividad.
Por su parte, en Sao Paulo acompañaron la celebración unas dos millones de ciudadanos, según información de la autoridad local, donde bailaron y cantaron al ritmo de los tambores, que apoyaban sus consignas.
El principal objetivo del desfile fue promover la diversidad, alegría, música y los disfraces. "De aquí para adelante, habrá un tambor para callar cada grito de odio. El confeti caerá sobre las cabezas de aquellos que insisten en diseminar miedo y alienación", refiere el manifiesto de una comparsa.