Los brasileños acudirán nuevamente a las urnas comiciales para elegir al nuevo presidente de la nación suramericana el próximo 28 de octubre, luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) informara que ninguno de los candidatos obtuvo el 50 por ciento más uno de los votos requeridos.
El ente indicó que el representante por el Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, logró el 46,10 por ciento (49.222.616 votos), mientras que el candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, obtuvo el 29,19 por ciento (31.172.767 votos), hasta el momento.
Según los datos oficiales, Bolsonaro ganó en los estados al centro, oeste y sur de Brasil. Estas regiones se caracterizan por ser las más conservadoras y concentrar el poder económico del país.
Además, los grandes ganaderos y plantadores de soya, principales productos de exportación, integran los estados ubicados en estas zonas del país, los cuales han respaldado a candidatos de la derecha en las últimas tres elecciones.
Por su parte, Haddad logró la victoria en los estados al norte y noroeste de Brasil, zonas en donde se encuentra la población con menos recursos de la nación.
Durante los últimos cuatro comicios celebrados en el país, los candidatos del PT y de las agrupaciones políticas que presentan planes más inclusivos han tenido un gran respaldo de estas regiones.
Tras conocerse los resultados irreversibles, el TSE informó que hubo un 20,23 por ciento de abstención. El analista internacional Beto Almeida consideró que los votos obtenidos por Bolsonaro "muestran un número del peligro que Brasil está viviendo".
En entrevista especial para teleSUR, Almeida aseguró que "el resultado del golpe (parlamentario contra Dilma Rousseff) produjo una agenda bastante conservadora en la política y en la economía" del país.
Al respecto, expresó que los medios de comunicación fueron determinantes para que sectores de la población votara por odio y miedo en estos comicios. "Los medios de comunicación lograron imponer que se votara por odio y miedo", indicó el analista.
Almeida afirmó que hubo personas que sufragaron por conciencia, por pasión y por corazón mientras que otros lo hicieron por miedo a la violencia que afecta al país.
"Hay miedo. La gente tiene miedo de ir a la calle, de ser azotada por la violencia. Esta pauta de violencia es exacerbada por el apoyo que trae Bolsonaro", reiteró.
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