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Miles de griegos protestan contra la campaña de privatizaciones de Alexis Tsipras.

Miles de griegos protestan contra la campaña de privatizaciones de Alexis Tsipras. | Foto: EFE

Publicado 12 septiembre 2016



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Los acreedores de Grecia llegaron al país para discutir las condiciones para el nuevo desembolso de 2 mil 800 millones de euros, el plan contempla la privatización de las empresas de agua, electricidad y el metro de Atenas.

Los acreedores de Grecia se encuentran en Atenas con el objeto de iniciar las negociaciones con el Gobierno de Alexis Tsipras sobre los puntos que quedan pendientes de la primera evaluación del rescate y de cuya aplicación depende el desembolso de  los 2 mil 800 millones de euros restantes.

En su primer día de estancia en Atenas, los representantes de la llamada troika europea (Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad y el Fondo Monetario Internacional) abordarán temas relacionados con la lucha contra la corrupción y la creación de un superfondo de privatizaciones.

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La lista de requisitos previos para poder obtener los fondos restantes del segundo segundo tramo -en mayo ya hubo un desembolso de 7 mil 500 millones- abarca 15 puntos, de los que por ahora solo se han completado dos.

Los socios de la Unión Europea  instaron la semana pasada al ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, a completar hasta finales de mes las medidas pendientes para poder cobrar hasta el 31 de octubre.

Del desembolso de 2 mil 800 millones de euros, está previsto que mil 700 millones se destinen al pago de atrasos del Estado y el resto al servicio de la deuda.

El Gobierno griego ha insistido en la importancia de poder devolver deudas como herramienta fundamental para recuperar la economía local.

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Entre los puntos que se abordarán entre la troika europea y el Gobierno figura la cesión de la propiedad de una serie de organismos de Estado al nuevo fondo de privatizaciones. Entre las empresas a ceder al sector privado figuran la compañía de aguas de Atenas y de Salónica, la empresa distribuidora de electricidad y el metro de Atenas.

La privatización de las empresas de aguas figura entre los temas más espinosos, y el primer ministro, Alexis Tsipras, recalcó este domingo que el Estado cederá solo un paquete minoritario de las acciones, para así poder garantizar que se mantiene su carácter público.

Además del servicio de agua está pendiente la aprobación parlamentaria de la privatización del antiguo aeropuerto de Ellinikón, cedido a un consorcio formado por inversores griegos, chinos y emiratíes.

Otro punto en el que se han presentado retrasos es en la cesión de las acciones públicas en la compañía telefónica OTE. Parte de la empresa pública de telefonía todavía está en manos del Estado y el resto es propiedad de Deutsche Telekom, por lo que las negociaciones dependen en parte del comportamiento de la compañía alemana.

Entre los temas pendientes figura además la eliminación de las tarifas reducidas en el seguro de enfermedad de las que gozaban algunas profesiones liberales, como médicos, abogados o ingenieros.

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El Gobierno griego también deberá abolir la rebaja que existía en el pago retroactivo de cotizaciones a la Seguridad Social para personas que empezaron a contribuir tarde.

De completarse esta serie de requisitos, se iniciaría la segunda revisión de este tercer rescate, cuya cuantía total puede ascender a un máximo de 86 mil millones de euros.

La nueva revisión está prevista para comenzar en octubre y de la que depende la llegada de otros 6 mil 100 millones de euros.

El tema de un nuevo desembolso se hace controvertido dentro de la troika financiera ; la parte europea quiere que en materia laboral se apliquen las mejores prácticas europeas, el Fondo Monetario Internacional, que representa al ala más dura, exige liberalizar los despidos colectivos y eliminar la negociación colectiva.


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