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Luego de la renuncia del premier libanés, Saad Hariri el régimen israelí asegura tener el terreno listo para presionar diplomáticamente a Irán y Hezbolá.
El ministro israelí de servicios de inteligencia, Yisrael Katz, indicó este viernes a la agencia de noticias AP, que tras la dimisión de Hariri, ve las condiciones preparadas para lanzar una nueva ola de presiones diplomáticas contra el Gobierno iraní y el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
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“La renuncia del primer ministro libanés expone la verdadera cara de Hezbolá”, señaló Katz, percibiendo del creciente poder regional de Irán y de la Resistencia libanesa.
Katz asegura que el régimen de Tel Aviv pretende crear un frente común con sus aliados en la región y así lanzar una ofensiva diplomática contra Teherán en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El pasado sábado el primer ministro del Líbano, Saad Hariri, dimitió a su cargo y acusó a Hezbolá e Irán de querer apoderarse de El Líbano. Mientras tanto, el líder de Hezbolá denunció que la renuncia de Hariri desde Arabia Saudita demuestra la injerencia de Riad en los asuntos internos del territorio libanés, “ni se sabe si permitirán que regrese a El Líbano”.
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De acuerdo con Hariri, su vida corre peligro, una situación que constatan allegados a su partido político, Movimiento del Futuro.
El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá, apuntó que la renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri, fue una orden de Arabia Saudita para desestabilizar El Líbano.
